El alcohol y el descontrol

A pesar de los controles de alcoholemia que se les hace a los automovilistas, el alcohol también produce un descontrol en aquellos que no manejan un vehículo, que no solo atenta contra ellos mismos, sino que altera la tranquilidad del barrio.

Cuando salimos a preguntar a los vecinos acerca de los arreglos en Recoleta, se acercó una señora que vive en Azcuénaga al 1800 para manifestar una queja que nada tenía que ver con nuestra nota, pero la escuchamos igual.

Nos decía que los fines de semana, en la cuadra donde vive (casi esquina Las Heras), “después de la una de la mañana, es tierra de nadie. Se produce un griterío infernal y muchas veces, peleas entre jóvenes y no tan jóvenes en estado de ebriedad, que nos sobresalta a cualquier hora. Desde chicos con la boca y la nariz ensangrentada por agarrarse a trompadas hasta los indigentes que viven a un costado de la facultad, que hace unos meses nos dieron un buen susto, porque uno estaba borracho y quería acuchillar a un pobre viejo con el pico roto de una botella de cerveza”. La señora Mercedes continúa su relato: “Una vecina llamó a la policía, pero llegaron media hora después. Por suerte no ocurrió una tragedia. De cualquier manera, cuando apareció el patrullero, llamaron al que tenía la botella rota, que ya tenía otra llena y estaba bebiendo cerveza, se acercó al policía, hablaron dos minutos y el ebrio le palmeó la espalda al policía, luego, se retiró el patrullero y todo quedó en la nada”.

El encargado de un edificio de la cuadra, refiriéndose a los revoltosos expresó: “Muchos de ellos, vienen de la calle Vicente López, donde hay boliches y restaurantes y otros de Azcuénaga al 1700, frente a la facultad de Ingeniería, donde hay un lugar bailable, del que salen en un estado lamentable. El año pasado apareció un tipo muerto en la Iglesia que está a media cuadra”.

Teresa, nos decía que “es imposible dormir. En los últimos meses, solo un día que estuvo en esa esquina, la camioneta del control de alcoholemia, hubo una paz inusual, justamente, porque al verlos apostados allí, no se detuvieron a hacer los escándalos de siempre”.

Nos preguntó: ¿Qué se puede hacer? Y nosotros nos preguntamos lo mismo.

¿Alguien tiene una respuesta?

Susana Espósito para www.conozcarecoleta.com.ar (2232)
Fecha publicación: (05/03/10)