www.conozcarecoleta.com.ar
Ultimas noticias de Recoleta


Escudo del barrio de Recoleta
Escudo del barrio
de Recoleta



Medios Agrupados


Visitante Nro.

Desde 01/01/2024

Día del caballo

Los primeros caballos que corrieron por las pampas fueron los 76 traídos por Pedro de Mendoza en el año 1536 y a pesar que algunos fueron devorados por los españoles que morían de hambruna, en 1580, cuando Juan de Garay fundó Buenos Aires, se encontró con más de 2000 ejemplares de caballos salvajes que habitaban el lugar.

El Caballo Criollo fue el amigo incondicional del gaucho y de nuestros soldados, en las batallas por la Independencia de nuestra Patria, la que no hubiera sido posible sin la indispensable participación de estos valientes animales.

El lunes 20 de septiembre fue el “día del caballo”, una fecha instaurada desde el año 1998, en homenaje a Gato y Mancha. Estos dos bellos caballos ingresaron en la historia en 1925.

Emilio Solanet, un veterinario y productor rural, dueño de la estancia El Cardal (en Ayacucho), dedicó su vida al mejoramiento de los caballos de raza criolla. Fue el dueño de Gato y Mancha, dos corceles que había comprado a un cacique tehuelche y luego, cuando un profesor suizo, que quería probar la fortaleza de la raza criolla, se los pidió prestados, Solanet se los regaló. Los dos caballos eran un "bayo" oscuro de 14 años y un "overo" manchado de 15 años.

El profesor, Aime Tschiffely, quería demostrar al mundo que el caballo criollo podía unir Buenos Aires con Nueva York. Estos caballos realizaron en 1925 la travesía más famosa del siglo, partieron de la Sociedad Rural de Palermo y recorrieron 21.500 km hasta Nueva York, atravesando caminos en mal estado, cruzando varias veces la cordillera, en algunos tramos a 5500 m de altura y con temperaturas de 18° bajo cero. Tardaron 3 años y 5 meses. En diciembre de 1928 Gato y Mancha emprendieron el regreso y el 20 de diciembre de 1928 pisaron otra vez suelo porteño.

Años después de culminada la travesía y de regreso en Argentina, Aimé Tschiffely visitó la Estancia "El Cardal", iba a ver a sus amigos, con quienes compartió tantos momentos de alegría y sinsabores. Bajó en la entrada de la estancia, lanzó un silbido y al momento se le acercaron al trote Gato y Mancha. Iban al encuentro de su preciado compañero. Aquellos heroicos caballitos criollos no lo habían olvidado.

Ambos murieron en la estancia El Cardal, de Emilio Solanet, donde fueron sepultados. Con sus cueros recrearon las figuras de los dos caballos que se exhiben en el Museo del transporte de Luján.

Su dueño, Emilio Solanet, descansa en una bóveda del cementerio de la Recoleta.


Susana Espósito para www.conozcarecoleta.com.ar (2462)
Fecha de publicación (27/09/10)



Contador gratis