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Aniversario de la muerte de Lavalle
El 9 de octubre se cumplen 169 años del fallecimiento de Juan Galo Lavalle, quien está sepultado en el cementerio de Recoleta.
Fue un soldado de la Independencia, conocido como “la espada más valiente”, fue además gobernador de la provincia de Buenos Aires y jefe de los Unitarios. Murió en Jujuy en 1841.
Luego de la derrota en Famaillá, provincia de Tucumán, el general Lavalle huyó de las tropas federales que lo perseguían y se refugió en la casa del doctor Bedoya, en la provincia de Jujuy.
Un grupo de no más de treinta hombres lo persiguió hasta la casa y al encontrar la puerta cerrada se dispusieron a derribarla.
El General observó a los hombres por la cerradura cuando sonaron tres balazos. Los disparos tuvieron el destino que ninguno de la guardia federal habría soñado: Una de las balas dio en la garganta al General Lavalle y la herida fue mortal. La bala, que luego conservaría el General don Bartolomé Mitre como una reliquia.
El general cayó cerca del zaguán. Su sangre, que manaba en abundancia, empapó su bufanda de vicuña.
El autor de su muerte era un mulato llamado José Bracho, quien luego habría de conocerse entre algunos federales como el "héroe de la cerradura".
El cuerpo de Lavalle fue colocado en su hermoso tordillo v la caravana triste y silenciosa comenzó su santa peregrinación hacia la catedral de Potosí, tras el jefe muerto, tratando de evitar que cayese en poder de las fuerzas de Oribe, que lo ansiaban tenazmente para llevar su cabeza a Rosas.
A veinticuatro leguas de Jujuy, como la descomposición del cadáver del general dificultaba la marcha, dispusieron descarnarlo, y el Coronel don Alejandro Danel practicó esta penosa operación.
Con el propósito de disecar mejor los huesos, fueron tendidos al sol sobre el techo de un rancho. Inesperadamente un cóndor descendió vertiginosamente de las nubes y apoderándose del cúbito del brazo derecho de Lavalle, remontó a las alturas.
Aquel cóndor, levantó vuelo, llevando en alto y mostrando como trofeo el brazo sableador de quien fuera Granadero de San Martín.
El 22 de octubre de 1841, a las 21.00, la agrupación llegó a Potosí, siendo recibida por el Presidente de Bolivia, quien dispuso que los restos del General Lavalle fueran depositados en la Catedral.
En 1858, los restos del General Lavalle fueron trasladados a la Capital, y actualmente descansan en el cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires, y el epitafio de su tumba es un eterno homenaje del pueblo argentino: "Granadero: vela su sueño y si despierta dile que su Patria lo admira."
Su sobria bóveda realizada en granito negro, está custodiada por un soldado realizado en bronce por el destacado escultor, Luis Perlotti.
Susana Espósito para www.conozcarecoleta.com.ar (2708)
Fecha de publicación (09/10/10)
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