Las quejas de María Kodama
La viuda del escritor Jorge Luis Borges parece que siempre tiene algo de qué quejarse. Hace tiempo manifestó su enojo con el fallecido escritor, Adolfo Bioy Casares, a quien criticó duramente, poniendo en duda su amistad con Borges; hace pocos meses, por algunas transcripciones de obras de Borges en un reconocido sitio web y ahora porque considera indigna a la persona que fue sepultada al lado de Borges.
Según comentan algunos medios gráficos, se trata de una mujer que había ejercido la prostitución y su sepulcro, al lado de Borges enfureció a Kodama.
El escritor murió en Ginebra,el 14 de junio de 1986 (acaban de cumplirse 28 años) y fue sepultado en el Cementerio de Plain Palais. Descansa debajo de un árbol llamado if, que florece en los años impares y la lápida de su sepulcro, de piedra blanca, tiene frases en inglés y en escandinavo antiguo, para muchos indescifrable, como guardando los secretos del escritor.
A su lado, la sombra del mismo árbol, también alcanza a proteger la tumba vecina. Está rodeada por una diminuta verja de madera y se alcanza a leer que allí yace Grisélidis Réal, pero también dice: “Ecrivain-Peintre-Prostituée, 1929-2005” (escritora, pintora, prostituta).
Por lo que se sabe, Grisélidis, nacida en Lausana, Suiza, pasó su infancia con su padre en Alejandría y Atenas, estudió arte en Zurich hasta que en 1961, en el apogeo de la Guerra Fría y cuando Suiza era un centro de espías de todos los bandos, se convirtió en la prostituta más valorada de Ginebra y luego de Munich.
En Alemania era una de las figuras del burdel Schwabing. Entre sus libros, que son pocos, se encuentran títulos provocativos: El polvo imaginario y El negro es un color, escrito con alto voltaje erótico en homenaje a uno de sus amantes.
Fue defensora de los inmigrantes y de los marginales. Y se consideraba precursora del feminismo. Sus pinturas no trascendieron.
Antes de morir, Grisélidis insistió en ser merecedora de un reconocimiento y exigió ser enterrada en Plainpalais, una especie de templo al aire libre en el corazón de Ginebra al final de la rue de la Sinagogue, con el césped recién cortado y ese aire fresco que sopla desde el lago Leman.
Dicen las malas lenguas que era una persona de baja cuna y de alta cama.
El sueño cumplido de Grisélidis de descansar en ese cementerio, parece haberle quitado el sueño a Kodama y según manifestó a algún medio que le consultó al respecto, está indignada.
www.conozcarecoleta.com.ar (2446) - Publicado: (22/07/14)
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