Julio Sosa, a 50 años de su muerte
El miércoles 26 de noviembre se cumplieron 50 años del fallecimiento de Julio Sosa, "el varón del tango" que pasó sus últimas horas internado en la Clínica Anchorena, del barrio de Recoleta.
Julio María Sosa Venturini nació en el seno de una familia humilde, en Las Piedras, Uruguay, el 2 de febrero de 1926. Hijo de Luciano Sosa, peón de campo, y Ana María Venturini, lavandera. En su juventud, a causa de la pobreza, ejerció varios empleos (changas) y a los 16 años se casó con Aída Acosta, matrimonio que duró solo tres años.
En 1958 se casó con Nora Edith Ulfeldt, con quien tuvo una hija, Ana María, divorciándose poco después y poniéndose en pareja con Susana "Beba" Merighi.
Llegó a Buenos Aires en 1949 y durante sus 15 años de trayectoria en nuestro país fue cantor en destacadas orquestas como la de Francini-Pontier (1949-1953), con la que realizó 15 grabaciones; la de Francisco Rotundo (1953-1955), con el que grabó 12 temas; finalmente con Armando Pontier (1955-1960), ya desvinculado de Francini. En esta etapa Sosa grabó en total 33 canciones.
El 24 de noviembre de 1964 después de un show en vivo fue a cenar y tomar unas copas con amigos en la zona del Abasto. Luego, mientras transitaba por la Avenida Figueroa Alcorta al llegar a la intersección con Mariscal Castilla mientras manejaba a gran velocidad perdió el control de su automóvil deportivo y chocó contra una columna, quedando el coche destrozado y él gravemente herido. Actualmente en esa esquina hay un monolito que lo recuerda.
Fue internado en el hospital Fernández y luego trasladado al Sanatorio Anchorena, a las 7 AM. Tenía hundimiento de 4 costillas, lesión grave en el pulmón izquierdo y conmoción cerebral. Por la tarde lo operaron dos veces para liberar un pulmón de la presión de dos costillas, pero a las 9.30 del 26 de noviembre murió, sin recobrar el conocimiento.
El sepelio se realizó primero en el Salón La Argentina, pero la cantidad de público, hizo que se lo trasladara al Luna Park, de donde el cortejo partió a las 16 horas del día 27, a pie por Avenida Corrientes para llegar a Chacarita a las 22.10. Ya cerrado el cementerio, tuvieron que sepultarlo a la mañana siguiente.
Curiosamente dos días antes de morir hizo su último reportaje, donde dijo “A Gardel lo salvó la muerte, fue inteligente y oportuno hasta para morir, si no, hoy después de la inevitable declinación, porque los años no perdonan, tal vez se nombraría a Gardel con la misma desaprensión, la misma irrespetuosidad como se lo recuerda a Joe Louis”. Recordamos que Carlos Gardel murió a los 45 años y Julio Sosa lo hizo a los 38, a pocos días de hacer esa reflexión.
Otra curiosidad es que la última canción que interpretó "el varón del tango" fue "La Gayola", que en su última estrofa dice:
Hoy ya no me queda nada; ni un refugio... ¡Estoy tan pobre!
Solamente vine a verte pa' dejarte mi perdón...
Te lo juro; estoy contento que la dicha a vos te sobre...
Voy a trabajar muy lejos...a juntar algunos cobres
pa' que no me falten flores cuando esté dentro 'el cajón.
Increíble, ¿no le parece? así se despidió de su público, tal vez el más grande cantor de tangos.
Si, ya sé, usted dirá que me estoy olvidando de Gardel, pero no es así, "Carlitos" fue lo máximo, pero era otro estilo y otra época. Hubiera sido lindo escuchar a los dos, acompañados por la misma orquesta y la misma calidad de grabación, entonces sí valdría la comparación.
Así queremos recordar a un grande, que se fue en su mejor momento, que pasó sus últimas horas en Recoleta y nos dejó hace ya medio siglo... ¡Cómo se pianta la vida! diría el "Varón del tango".
www.conozcarecoleta.com.ar (3633) - Publicado: (28/11/14)
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