La parálisis de la Floralis Genérica
Inaugurada el 13 de abril de 2002, en la Plaza Naciones Unidas, en el barrio de Recoleta, se jactaba de ser el primer monumento móvil en nuestra ciudad y hasta ahora el único, aunque ya no se mueve, es como si la flor padeciera una parálisis que no fue tratada y ahora, uno de sus pétalos sufrió una rajadura.
La Floralis fue diseñada exclusivamente en aluminio y acero por el prestigioso arquitecto argentino, Eduardo Catalano y fue donada al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
De acuerdo a su mentor, el nombre de esta escultura se adoptó porque es ley de la flora nombrar sus especies en latín. Floralis, significa que pertenece a la flora, y en consecuencia a las flores, Genérica, por su parte, deriva del concepto de género e indica que representa a todas las flores. En lo que refiere a su mensaje simbólico, Catalano, afirmó alguna vez que la flor "es una síntesis de todas las flores y es a la vez una esperanza que renace cada día al abrirse".
(Será que en los últimos tiempos vivimos una situación crítica tan agobiante y por eso no se abre, porque no hay esperanza que renazca?)
Su consola posee un reloj que regula, en forma automática, la apertura y cierre de la flor.
La flor se abría todas las mañanas a las 8 y se cerraba al ponerse el sol, en un horario que cambia según la estación del año.
En 2009, los engranajes dejaron de funcionar y desde entonces quedó abierta. Con la tormenta de viento y granizo del martes 9 de septiembre, uno de los pétalos sufrió una rajadura.
El Gobierno porteño informó que vallará la obra y apuntalará la pieza rota hasta que sea reparada en forma definitiva. Algo que, según prometen en el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, sucederá en los próximos meses.
“La Floralis Genérica volverá a estar operativa en marzo del año que viene –asegura Rodrigo Silvosa, el subsecretario de Mantenimiento del Espacio Público–. Desde hace un par de meses estamos estudiando la manera de recuperarla en su totalidad. La empresa que debía mantenerla, Lockheed Martin, se fue de la Argentina. Ahora estamos estudiando los planos y mecanismos para repararla. La tarea estará a cargo de un consorcio de empresas”.
La escultura es una obra de ingeniería muy compleja y tiene dañado el mecanismo que permite que se abra y cierre. Tampoco funcionan los sensores que la cierran ante inclemencias del tiempo. Y como quedó abierta, sus materiales estuvieron más expuestos. Hace dos años se estimó que recuperarla costaría $ 2 millones. Hoy podría salir el doble, aunque en Espacio Público se niegan a dar cifras.
www.conozcarecoleta.com.ar (2585) - Publicado: (15/09/14)
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