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Otros tiempos y otros gobernantes
Nuestro país siempre ha tenido gobernantes muy amados y también muy odiados, como lo fue Juan Manuel de Rosas, que para algunos fue un tirano y para otros el restaurador de leyes, que gobernó Buenos Aires durante 20 años, hasta que fue derrotado por Urquiza, en la Batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852.
Es ese momento, le fueron expropiados todos sus bienes y marchó rumbo a Inglaterra, donde vivió en el exilio y falleció el 14 de marzo de 1877, cumpliéndose ahora 138 años de su deceso. Había sido sepultado en el cementerio católico de Souhtampton.
Rosas pidió en su testamento, que su cuerpo fuese traído para descansar en Buenos Aires, cuando el gobierno argentino le reconociera sus servicios a la Patria y se le retirase el cargo de traidor, pero para eso debió pasar más de un siglo, ya que su cuerpo fue repatriado en 1989, durante la presidencia de Menem y descansa en la bóveda familiar, en el Cementerio de Recoleta.
El cuerpo de Rosas llegó en avión a Rosario, el 30 de septiembre de 1989 y luego de ser recibido por una importante comitiva encabezada por el presidente Menem.
Una enorme cantidad de rosarinos le rindió honores en el Parque Nacional a la Bandera y posteriormente fue llevado en un buque de guerra hasta Buenos Aires.
En el Puerto de nuestra ciudad, fue recibido y luego comenzó el traslado hasta su última morada. En las avenidas y calles por las que pasaba su féretro, era saludado con gran respeto.
Manuel de Anchorena encabezó la marcha de 5.000 paisanos, que desde el Puerto acompañaron los restos de Rosas, que con gran ceremonia fue llevado al Cementerio de La Recoleta, donde tras una misa de cuerpo presente a cargo del Padre Alberto Ezcurra, descendiente familiar directo, fue llevado a la Bóveda de la familia Ortiz de Rozas, donde por fin descansa en paz entre los argentinos.
www.conozcarecoleta.com.ar (1852) - Publicado: (14/03/15)
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