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Quién defiende los derechos de los niños?
El domingo 16 de abril, estaba detenida en la Plazoleta Soldi, esperando la luz verde para poder cruzar la Av. del Libertador. Allí, un pequeño niño estaba parado al lado mío, tirando piedritas a los coches que pasaban.
Lo miré y le dije que eso no se hacía y además, le pedí que no se acercara tanto al cordón, porque un auto podía lastimarlo. El niño, en actitud desafiante, me miraba y bajó a la acera, como demostrando que no tenía miedo y que no me haría caso.
Le pregunté entonces por su madre y respondió que estaba vendiendo flores, pero a la mujer no se la veía por ninguna parte.
Viendo que cambió un poco su actitud y me prestaba atención, quedé perpleja ante las respuestas a otras preguntas que le formulé:
- Cuál es tu nombre?
- M... (para preservar la identidad del menor, no lo revelaremos).
- Cuántos años tenés?
- Seis
- Tenés Hermanos?
- Si, 8. Tenía 9, pero uno está... (con su dedo me señalaba el cielo).
- Cómo? Se murió?
- Si
- Era chiquito?
- Si tenía dos años. Lo mató mi papá y ahora está preso.
Mi papá quería escuchar música y como mi hermanito lloraba, le llenó la boca con papel higiénico. Cuando se estaba ahogando, quiso sacárselo con los dedos y no pudo, entonces después le metió un tenedor y como tampoco pudo, le metió un cuchillo y lo mató.
Nuestro asombro nos dejó sin palabras. Saqué unos caramelos y mi compañero, Luis, le dio unos chocolatines.
- Dónde vivís?
- Atrás del Museo.
- Y duermen allí, no tienen frío?
- Si, te cagás de frío y a mi, me toca trabajar los martes y mi mamá me despierta a las 6 de la mañana.
- No tenés miedo de estar aquí solito? Tenés que tener cuidado porque cualquier persona te puede llevar.
- No, quién me va a llevar?
- Cualquier persona grande puede llevarte, vos sos muy chiquito, tendrías que estar con tu mamita o tus hermanos.
- No, con mis hermanos no, porque hoy me regalaron una Coca Cola y me pegaron en la espalda y me pisaron la cabeza hasta que se las di.
- Volvimos a insistir para que fuera con su madre y nuevamente le sugerimos que no bajara a la calle, pero allí se quedó, sentado en el piso, comiendo sus caramelitos y jugando con las piedritas.
Estas son las dos caras de la moneda en nuestra sociedad, los niños que disfrutaron de su paseo del domingo, compartieron la mesa de Pascuas y luego durmieron calentitos en sus hogares para ir al día siguiente al colegio.
Yo me pregunto:
- Quién defiende los derechos de los niños?
- Qué derechos? Los de la salud, la educación, de un hogar digno y que los vayan formando para ser en un futuro hombres de bien, que conozcan la dignificación que da el trabajo, el formar una familia y protegerla.
Dicen que los niños son el futuro del país. Qué futuro puede tener un país con niños que quedan marcados por presenciar los delitos que cometen sus padres, que sufren la violencia de sus hermanos y son expuestos a trabajar y estar solos en la calle a tan corta edad, debiendo enfrentar el peligro que eso significa.
Cómo se soluciona ésto? Con planes trabajar? Fomentando la vagancia y la paternidad irresponsable, que les da el lujo de tener tantos hijos y el derecho de considerar que como los tuvieron, también pueden deshacerse de ellos cuando estorban ?
Lo más doloroso...... saber que mis preguntas no tienen respuesta ni solución y se siente una gran impotencia de haber presenciado el relato de un niño que no tiene infancia.
Texto: Susana Espósito - Foto: Luis Leoz
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