El abandono de edificios de Recoleta
En uno de los principales matutinos de esta semana, apareció una nota que trata sobre el deterioro de edificios de valor histórico de la ciudad, que están al cuidado del gobierno nacional.
Dentro del listado de esos edificios, figuran algunos en el barrio de Recoleta:
Palais de Glace
Fue concebido en 1910 como un palacio de hielo, que albergaba una gran pista de patinaje sobre hielo, se convirtió luego en salón de baile y con el correr del tiempo fue refuncionalizado para cumplir la función actual, un centro cultural.
Hoy vemos como fue perdiendo su esplendor de otros tiempos y se hacen visibles sus paredes descascaradas, pintadas con aerosoles (como ocurre con monumentos y otros edificios), parches por todos lados, etc, a pesar de haber sido declarado en 2004, Monumento Histórico Nacional.
Sin embargo, el director nacional de Patrimonios y Museos, Alberto Petrina, dijo que el proyecto integral de revalorización del Palais de Glace, se inició en 2010, pero por su complejidad y costos, se dividió en tres etapas. Aparentemente, para el 10 de marzo próximo, estarían terminando las obras de restauración sobre la avenida del Libertador y luego continuarían con lo demás.
Otros edificios del barrio de Recoleta, acerca de los que dieron cuenta de su deterioro los mismos vecinos, son el de la Secretaría de Cultura de la Nación, sobre la avenida Alvear, esquina Rodríguez Peña, que fue uno de los palacios más lujosos de su época, proyectado por el arquitecto Ryder para el señor Casey y que luego pasó a manos de Vicente Casares, Adelia Harilaos de Olmos y finalmente, sede de la mencionada Secretaría. En este caso, su fachada muestra falta de mantenimiento, ese maquillaje que le permitiría recuperar la losanía de otros tiempos, en que los palacios de avenida Alvear, dieron un toque Parisino a la ciudad.
Petrina, expresó que debido a los fondos con los que se cuenta y que no son ilimitados, prefirieron asignarlos a otros Monumentos Históricos Nacionales, que cumplen funciones de museos, como la casa natal de Sarmiento, en San Juan; el Museo Nacional de Bellas Artes, en Recoleta, que aunque fue restaurado, sigue habiendo quejas vecinales porque utilizan las paredes del edificio para guarecerse una decena de personas en situación de calle, que deberían ser asistidas por el Ministerio de Desarrollo Social del gobierno de la ciudad.
También otro edificio del barrio que no figura en la lista del citado matutino, que está en un estado calamitoso, es la Facultad de Ingeniería, inaugurado en 1938, en Avenida Las Heras y Azcuénaga. Uno de los pocos de estilo neogótico monumental y de carácter no religioso, que despierta gran curiosidad a todos los que pasan por allí, siendo fotografiado por gran cantidad de turistas, todos los días.
Este maravilloso edificio enmarcado por dos imponentes palos borrachos, fue proyectado por el arquitecto Prins, con la colaboración de dos arquitectos italianos recién llegados a la Argentina: Francisco Gianotti, autor de la Confitería Del Molino y Mario Palanti, autor del Palacio Barolo.
Actualmente presenta desprendimientos de molduras y revoques en su fachada, oscurecida por el paso del tiempo y en sus ventanas ojivales, una acumulación de excrementos de paloma que sigue carcomiendo los materiales. Asimismo, es asentamiento de familias que duermen en sus calles laterales y las dejan en un estado de suciedad y olores nauseabundos que hacen imposible circular por esas cuadras.
Es una lástima que no se tenga presente la necesidad de proteger estos edificios emblemáticos que hacen de Buenos Aires una ciudad única en el mundo, justamente por su variada arquitectura que da a cada barrio una identidad propia y lógicamente, el paso del tiempo y el abandono, harán que a corto plazo, si no se trata de recuperarlos, se extinguirán y dejarán paso a los intereses inmobiliarios que terminarán construyendo nuevas torres, como ocurre en muchas zonas de Buenos Aires.
Susana Espósito para www.conozcarecoleta.com.ar (3966) Fecha de publicación (27/02/11)
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