|
Medida ejemplificadora en edificio de Recoleta
Es bastante común que los que viven en un departamento y tienen patio, sufran la falta de educación de sus vecinos, que arrojan todo tipo de desperdicios por las ventanas y lo convierten en un basural.
Sin embargo, en un barrio como Recoleta es de suponer que vive gente de cierto nivel, con buenas costumbres y no hacen esas cosas, pero… queda en una simple suposición, ya que condenaron a los consorcistas de un edificio a pagar una indemnización por daño moral, debido a que arrojaron orina de perro al patio de una casa lindera y al no poder identificar quién fue, deberán hacerse cargo todos.
La condena fue dispuesta por la Cámara Nacional en lo Civil que en la misma resolución el tribunal responsabilizó al consorcio de propietarios de la avenida Quintana 379 por los daños provocados por integrantes de ese edificio.
Según trascendidos, se estableció que el fallo de la Sala L de la Cámara incluyó una reparación económica en concepto de daño moral de $ 13.000 más intereses del 8% anual desde 2005, cuando fue presentada la demanda.
La demanda fue iniciada por M.E.S. de C. y otros que con ella habitaban contra el consorcio y G.D.P., desde cuyo departamento, según se demostró, "se arrojaba la orina que caía al techo del patio” de la damnificada.
El tribunal decidió que “por aquellos daños sobre los que no pudo ser identificado quién los causó, ni de cuál de las unidades se originaron, deberán responder todos los copropietarios de acuerdo al porcentual establecido para sus respectivas unidades, en el Reglamento de Copropiedad”.
Los camaristas José Galmarini, Marcela Pérez Pardo y Víctor Galmarini agregaron que el hecho de que los demandantes tuvieran que tolerar que desde otras unidades del edificio en el cual habitan, arrojen diferentes objetos y líquidos sobre el techo acrílico de su propiedad ”torna procedente la indemnización por daño moral”.
Tal vez, a partir de este hecho, aquellos vecinos que tengan arraigada esta mala costumbre, traten de cambiarla por los buenos modales y el respeto al prójimo como corresponde.
Sería interesante que también haya controles sobre los dueños de perros, que cuando los sacan a pasear, permiten que ingresen a los canteros a hacer sus necesidades o cuando dejan los “regalitos” en las veredas, se hacen los distraídos y no los recogen.
Susana Espósito para www.conozcarecoleta.com.ar (2341)
Fecha de publicación (26/07/11)
Contador gratis
| 
