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Mellizas de Recoleta siguen en la morgue
El 11 de enero de 2012, las hermanas, Susana y Beatriz Laguardia, de 73 años, fueron encontradas sin vida en su departamento de la calle Juncal 1837 y lo increíble fue que estaban muertas desde el mes de agosto.
Estuvieron más de cuatro meses sin que nadie denunciara su ausencia hasta que ante la queja de un vecino por olores nauseabundos, la policía encontró sus restos en el departamento que compartían en el barrio de Recoleta.
A dos meses exactos del hallazgo, los cuerpos de las ancianas siguen en la morgue debido a que no pueden ser entregados porque los peritos todavía no logran determinar quién es quién. Tampoco se pudo establecer cuál de las dos murió primero, y eso complicaría definir el destino de sus bienes. Tampoco logran ubicar al médico que las atendía.
Las hermanas no tenían hijos ni trato con familiares, y casi no salían a la calle ni hablaban con nadie, según declaraciones de los propios vecinos. Incluso realizaban el pedido al supermercado por teléfono.
En su momento habían aparecido dos parientes, una prima lejana y el ex marido de una de ellas, de quien se había separado –pero no divorciado– hacía más de 12 años. El destino de la fortuna que dejaron las hermanas es incierto. El departamento de 100 metros cuadrados donde las encontraron, valuado en 500 mil dólares, está a nombre de la mujer soltera. Y para definir si lo hereda la prima o el ex marido, sería necesario confirmar en qué orden se produjeron las muertes, algo que aún se ignora y probablemente nunca se sepa, lo que demora y pone ansiosos a los posibles herederos de las desafortunadas ancianas que murieron en soledad, sin que alguien se hubiera preocupado por ellas.
www.conozcarecoleta.com.ar (1708) - Fecha de publicación (11/03/12)
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