Por favor, hagan algooo!!!
Ayer en avenida Las Heras sobre la vereda de la facultad de Ingeniería asaltaron a una mujer, un arrebatador que huyó en una moto conducida por un cómplice que lo esperaba en la esquina. Lamentablemente no es un caso aislado.
Señor vecino, le aseguro que no fue una “sensación”, ni lo leí en Clarín, ni lo dijo Lanata, lo ví con mis propios ojos como un montón de personas que estaban en el lugar. Minutos antes de las 19 horas, caminaba con mi esposa por avenida Las Heras, al llegar a la esquina de Azcuénaga se nos acercó de manera sospechosa un motociclista, entonces por precaución crucé la calle y nos paramos en la vereda de enfrente. Pocos segundos después se oyó un griterío en la puerta de la Facultad de Ingeniería y alcancé a ver que un hombre jóven corría desesperadamente hacia la esquina, allí lo esperaba el motociclista que mencioné anteriormente, subió al vehículo y huyeron por Azcuénaga. Habían robado a una mujer. Siete de la tarde, lleno de gente, un patrullero a diez metros, actúan con total impunidad.
Se trataba de dos hombres jóvenes, con inconfundibles rasgos incaicos, usted me entiende ¿no?, de esos que ocupan de manera ilegal gran cantidad de inmuebles en los barrios de Almagro y Balvanera, en la zona conocida como “El Abasto”, de esos que usurparon la vivienda de un familiar mío en Balvanera y nos costó dos años y medio desalojarlos, justicia mediante, para encontrar una vivienda totalmente destruída, se llevaron la cocina, el calefón y hasta las canillas, además de los gastos que debimos afrontar de abogados, etc.
Sin dudas el nuestro es “un país generoso”, especialmente con los extranjeros y no quiero que se malentienda, yo soy nieto de inmigrantes, pero de los que venían a trabajar, a ganar el dinero decentemente, de los “tanos”, “gallegos”, vascos y otras colectividades que llegaron a estas tierras y se rompieron el lomo para forjar un porvenir y enseñaron a sus hijos la dignidad que da el trabajo y a vivir decentemente. Lamentablemente en estos tiempos tenemos las puertas abiertas para todo tipo de personas, entre ellos infinidad de delincuentes que llegan de países sudamericanos a cometer sus fechorías aquí en nuestra ciudad, total, recurriendo a una conocida frase “entran por una puerta y salen por la otra”.
Una tarde, en Plaza Miserere, estuve conversando con un policía que me dijo “estoy cansado de jugarme la vida, para detener a estos tipos, los llevo a la comisaría y a las dos horas están acá afanando otra vez”, el hombre con resignación se levantó la camisa y me mostró una enorme cicatriz en su abdomen y otra en uno de sus brazos producto de heridas con arma blanca en intentos por detener a los delincuentes. Conclusión, policía en el hospital y ladrón suelto.
Que quede claro que no estoy en contra de la inmigración, pero pido a las autoridades que haya algunas restricciones, que no entre cualquiera, bienvenidos los que llegan a nuestro país a trabajar, a vivir decentemente, pero antes de abrir las puertas investiguen quién va a entrar. Solo basta con ver los noticieros o las páginas policiales la cantidad de delitos cometidos por extranjeros y no es que los argentinos sean todos santos, precisamente con los que tenemos aquí ya nos basta y sobra, no necesitamos que traigan más de afuera.
Para finalizar, ya sé que muchos me van a tildar de xenófobo, pero en el fondo la mayoría de los porteños piensan como yo, pero no se atreven a decirlo o no disponen de un medio para hacerlo. Ando por la calle y veo muchas cosas, no trabajo para Magneto ni me las cuenta nadie, es la realidad que nos toca vivir.
www.conozcarecoleta.com.ar (3614) - Publicado: (22/08/13)
Contador gratis
|