Fallecimiento de Ricardo Fort
El lunes 25 de noviembre fue un día feriado lluvioso, que en primeras horas de la mañana sorprendió a quienes se despertaban con la noticia de la muerte de Ricardo Fort, ocurrida a las 5 de la madrugada, debido a una hemorragia digestiva masiva que desencadenó en un paro cardiorrespiratorio.
El empresario estaba internado desde el jueves 21 en la Clínica La Trinidad para el tratamiento de una infección en la rodilla y una quebradura de fémur que le provocaban unos terribles dolores, insoportables e inmovilizadores.
Lo cierto es que a pesar de estar tratado por un grupo interdisciplinario de médicos que esperaban poder solucionar el problema del mediático, nadie imaginaba que eso pudiera desencadenar en un trágico final.
La noticia corrió como reguero de pólvora y comenzaron a llegar al Sanatorio de la Trinidad, en el barrio de Palermo, los primeros amigos y curiosos, que no lograron ingresar, debido a órdenes estrictas dadas por la familia del fallecido.
Los periodistas se fueron sumando, pero recién después de las diez de la mañana, salió la cuñada de Ricardo, para leer el parte oficial, redactado por la clínica y además solicitó que no llamaran a la casa de Ricardo porque allí estaban sus hijos y todavía no sabían nada acerca de lo ocurrido. También informó que la familia había decidido no hacer velatorio y que se realizaría al día siguiente una misa para el núcleo más íntimo.
Todos los medios hablaron acerca del tema y la mayoría de ellos repudiaron la decisión familiar, ya que Fort era un hombre al que le gustaba estar rodeado de gente, odiaba la soledad e incluso en más de una oportunidad en que se ha tocado el tema de la muerte, había manifestado que el quería ser velado y despedido con todas las pompas e incluso ser cremado, algo que tampoco fue tenido en cuenta por la familia, que decidió sepultarlo en un Jardín de Paz en Pilar.
En la puerta de la Sala velatoria, sobre avenida Córdoba, en el barrio de Villa Crespo, podían verse algunas fotografías pegadas sobre la vidriera y varios ramos de flores que algunos seguidores del chocolatero le dejaron con tanto cariño como tristeza por su muerte. La mayoría de quienes se acercaron al lugar, consideraron una falta de respeto hacia el público de Ricardo, que deseaba despedirlo y también una actitud horrible, dejarlo solo, en el salón dorado de la casa de sepelios, donde durante el día de su muerte no apareció ningún familiar.
El martes hubo gran cantidad de personas para poder despedirlo cuando partió hacia el cementerio Memorial en Pilar, donde también había mucha gente esperando. Al arribar al lugar, se notó profundamente conmovido a quien fue su pareja y amigo incondicional, Gustavo Martínez, que abrazó el féretro llorando con gran congoja. También estuvo la madre de Ricardo, los hijos (Felipe y Martita), su hermano Eduardo y la esposa y un reducido grupo de amigos que tuvieron permiso para participar del responso y acompañar a Fort hasta su lugar de descanso.
Esta muerte deja varios interrogantes, como por ejemplo quién se hará cargo de los chicos, aunque según se dijo en varios programas televisivos, el fallecido habría firmado hace unos años, que en caso de morir, su deseo era que sus hijos quedaran a cargo de quien había sido su pareja, su incondicional amigo, Gustavo Martínez. Habrá que esperar y ver qué pasa.
www.conozcarecoleta.com.ar (3358) - Publicado: (27/11/13)
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