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Peón de campo mató a su patrón
El viernes 25 de enero fue sepultado en el Cementerio de Recoleta el empresario Marcos Pizarro Costa Paz, de 38 años, que fue asesinado por un peón en su campo de Gonzáles Chaves, por considerar que le había faltado el respeto.
La víctima tenía un negocio familiar vinculado a la actividad agrícola y ganadera. Hace unos años con su familia habían vendido un campo en Azul y comprado otro en Ayacucho, aunque trabajaban también en otras zonas de la provincia de Buenos Aires.
Tenía tres hijos con su esposa, Josefina, que está embarazada de casi nueve meses y a fin de enero está previsto que nazca un varón.
Sus restos fueron sepultados el viernes en el Cementerio de la Recoleta, después de una misa realizada pasado el mediodía en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar.
Según una nota publicada en La voz del pueblo, periódico de la localidad de Tres Arroyos, el miércoles por la tarde Pizarro Costa Paz -quien vivía en Capital Federal- había ido a buscar la hacienda con cinco camiones, porque el contrato de arrendamiento del campo se vencía al día siguiente. Había trabajado tres años en el lugar.
Allí tuvo una fuerte discusión con uno de los peones, no era la primera vez que esto ocurría, por eso el resto de los presentes no le dio importancia y siguieron atentos a su tarea.
"Le voy a pegar un tiro", habría amenazado el puestero Martínez. La escuchó sólo uno de los cinco transportistas que habían ido al campo a buscar la hacienda. Enseguida, el peón caminó 50 metros hasta su casa: tomó una escopeta doble caño calibre .28, y volvió a la manga, donde estaban cargando el ganado de su patrón.
"El único que me ha gritado ha sido mi padre y se murió hace 50 años. Yo soy una persona mayor y a mí no me grita nadie", le dijo Alberto Bonifacio Martínez, peón de campo, y mató de un escopetazo a su patrón. "Martínez, vamos", intentó apaciguar la víctima, como respuesta recibió un disparo en el cuello.
Según contaron los testigos, Martínez, después de disparar, no dijo ni una palabra. Se dio vuelta y caminó hasta su casa. Allí dejó la escopeta arriba de una mesa y esperó a que llegara la Policía, ante la que se entregó sin resistirse.
Lo detuvieron y fue trasladado a la comisaría primera de Tres Arroyos y el jueves fue llevado a la UFI N° 6, en Hipólito Yrigoyen 175. Sin embargo, allí se negó a declarar, aunque quedó acusado formalmente de "homicidio".
Los testigos del crimen, aseguran que Martínez, de 72 años, "soportaba un trato altanero por parte del patrón que le había tocado en El Micheo", el campo que cuidaba desde hacía 20 años en el cuartel XIV del distrito de Adolfo Gonzáles Chaves, según publica La Voz del Pueblo, de Tres Arroyos.
En el momento del hecho había siete testigos, que ya declararon ante el fiscal Gabriel Lopazzo. Tras esa diligencia, el fiscal subrogante del doctor José Bianconi, titular de la UFI N°17, con jurisdicción en Adolfo Gonzáles Chaves, pidió la conversión de su situación judicial de aprehensión en detención en el marco de una causa por "homicidio", un delito con penas de hasta reclusión perpetua.
www.conozcarecoleta.com.ar (3084) - Publicado: (29/01/13)
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