|
Con el terror en el rostro
Hoy alrededor de las 16 horas estaba haciendo unas compras por Avenida Santa Fe y Larrea, cuando de repente empezaron a cerrar todos los negocios y se veía a las empleadas aterrorizadas ante un posible saqueo en la zona.
Pasaron solo cinco minutos y el paisaje cambió totalmente, de la gente que camina por Santa Fe tranquilamente, mirando las vidrieras, pasó a jóvenes corriendo, pasando la voz, rostros aterrorizados, presurosos a cerrar las puertas con llave, bajar las cortinas metálicas y esperar la llegada de los saqueadores.
Es que había llegado la noticia que en Avenida Pueyrredón, en la zona de Once, ya estaban saqueando los negocios y venían en dirección hacia Recoleta, ahí cundió el pánico, pero afortunadamente a los pocos minutos vimos por Crónica TV que la policía había actuado rápidamente y echó por tierra el intento de los delincuentes.
La gente está muy asustada, ya no se puede vivir así. La semana pasada fue terrible lo de la provincia de Córdoba, casi dos mil comercios saqueados y una cantidad similar de viviendas, donde los delincuentes arrasaron con todo.
Eso se repitió en Tucumán, donde se registró la mayor cantidad de muertes, coincidentemente mientras la presidente de la Nación bailaba sobre el escenario montado en la Plaza de Mayo, irónicamente golpeando una cacerola e ignorando que el país estaba en llamas.
Pero claro, esos muertos no importan, como tampoco importaron los de la “tragedia de Once”, ni los civiles y policías que mueren cada día a manos de los delincuentes. Está muy claro que los únicos muertos que importan son los del período de la dictadura.
Cuando un periodista le preguntó a la Sra. Estela de Carlotto si le parecía bien estar de festejo mientras se producían saqueos y moría gente, ella respondió con una frase poco feliz, “hay que investigar en qué circunstancias murieron”. ¿Pensará lo mismo de los muertos durante la dictadura?
Lo primero que debemos pensar es que esas muertes pudieron evitarse, con prevención, impidiendo que ocurrieran esos hechos vandálicos. Ojo, y ahora no quieran tergiversar lo que estoy diciendo y me acusen de justificar los saqueos, muy lejos estoy de eso. Vengo de familia de “laburantes”, bien de abajo, me inculcaron la cultura del trabajo y nunca tocar nada que no nos pertenezca.
Por favor, pedimos a gritos, a las autoridades porteñas, nacionales o a quién sea, que hagan algo, no se puede vivir de esta manera.
www.conozcarecoleta.com.ar (2441) - Publicado: (18/12/13)
Contador gratis
| 
