Murieron lobos marinos en el Zoo porteño
En el Zoológico porteño murieron dos lobos marinos, con tres días de diferencia. La ONG Sin Zoo denunció que uno de los animales murió luego de haber realizado 15 shows en un día, en el acuario y que el otro falleció por ingerir demasiados alimentos.
Los coordinadores del Zoo afirman que hasta el momento no se conocen las causas y remarcan que no hubo cambios en los procesos de alimentación de los lobos.
Sin embargo, los activistas afirman que uno murió por un exceso de estrés que le provocaron 15 shows en el acuario del lugar. Además, resaltan que no hubo veterinario que pudiera atenderlo porque se encontraba de vacaciones.
Los cuidadores del Zoológico dicen que en el caso del lobito que murió por sobreingesta, seguramente ha sido por la comida que le arrojó la gente.
La ONG, que ya realizó 30 denuncias, asegura que el show no es educativo ni didáctico como se lo presenta. Ahora se esperan los análisis para saber las causas de muerte de los dos animales.
Lo cierto es que la muerte de los lobitos reaviva la discusión que viene de larga data, acerca de si los zoológicos deben existir o no. En Buenos Aires este tema tomó mayor impulso desde la muerte del oso polar el 24 de diciembre de 2012, cuando la temperatura extrema pudo ser determinante en la causa de la muerte.
Luego, en octubre de 2014, murió una jirafa que era trasladada desde Buenos Aires al zoológico de Bubalcó, en Río Negro, debido al estrés del viaje.
Posteriormente se presentó un recurso de amparo contra el cautiverio de la orangutana llamada Sandra, por considerar que el animal está expuesto a las miradas del público que visita el lugar y se ha pedido su traslado al hábitat natural.
Lo que también habría que tener en cuenta es que un animal nacido en cautiverio y que ha vivido tantos años en ese lugar, donde le proveen comida y otros cuidados, probablemente podría morir si lo llevan a un lugar donde debería agudizar un sentido de supervivencia que no se ha desarrollado, ya sea en cuanto a proveerse la comida por sus propios medios como defenderse de otras especies depredadoras y en ese caso, sería peor el remedio que la enfermedad.
Las opiniones están divididas y muchos consideran que los zoológicos, cuando están bien organizados, son importantísimos en cuanto a la tarea que encaran para la preservación de algunas especies que están en peligro de extinción. Asimismo es importante la función educativa, brindando la información que permite conocer más sobre la vida animal, cómo cuidarlos y protegerlos.
En el Zoológico porteño tienen un importante espacio en el que nacen cóndores en cautiverio, que luego son soltados en su hábitat natural; también han nacido en distintas oportunidades, tigres de Bengala, que por su hermoso pelaje, están en peligro de extinción, por la crueldad del hombre que los caza y si no fuese por lo zoológicos, tal vez ya no existirían.
Justamente, vale la pena recordar que tres cachorros de tigre de Bengala, nacieron en cautiverio hace un año y medio y como ya están en su etapa reproductiva, para evitar que se reproduzcan entre familiares, fueron trasladados e insertados en otro ambiente apropiado para que lo hagan con otros animales de su misma especie.
Los zoológicos brindan a los niños la oportunidad de conocer especies animales que sería imposible ver, excepto que se viaje a Africa u otros lugares donde generalmente habitan, pero lógicamente, estos lugares deben contar con lo necesario para cada especie, la atención y cuidados que merecen y los controles para verificar que realmente funcionan bien, para que los animales tengan una vida digna.
www.conozcarecoleta.com.ar (3624) - Publicado: (27/08/15)
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