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Aniversario de la muerte de Nicolás Avellaneda
El sábado 25 de noviembre se cumplen 132 años del fallecimiento del doctor, Nicolás Avellaneda, quien fue presidente de la Nación entre 1874 y 1880. A él se debe la ley de federalización de la ciudad de Buenos Aires.
 Avellaneda, nacido el 3 de octubre de 1837, en Córdoba, fue abogado, periodista, diputado en la provincia de Buenos Aires y ministro de Gobierno durante la gestión de Adolfo Alsina. Asumió la presidencia de la Nación el 12 de octubre de 1874 y dos años después de finalizada su gestión, fue nuevamente elegido senador nacional por su provincia natal, hasta su fallecimiento.
Fue el primer presidente civil, no pertenecía a ninguna de las fuerzas armadas. Como le dijo Sarmiento al entregarle la banda presidencial: "Es usted el primer presidente que no sabe usar una pistola".
Avellaneda fue el más claro realizador de las ideas del fomento de la inmigración, en especial la europea, que la Constitución de 1853, definió en su famosa "cláusula del progreso". Compartía ese mismo ideario con el politólogo Juan Bautista Alberdi, sostenedor de la frase “En América gobernar es poblar” y también con su antecesor en el cargo del Poder Ejecutivo Nacional, el expresidente Sarmiento.
También durante su presidencia, en 1876 se realizó el primer embarque de carne congelada hacia Europa, y al año siguiente las primeras exportaciones de cereales. Estas actividades irían creciendo gradualmente y fueron los rubros más importantes de las exportaciones argentinas a partir de la década de 1890, cuando Argentina era considerada "El granero del mundo" y sus carnes eran las más valoradas.
 En 1875 se inauguró la primera Exposición Rural de Buenos Aires, organizada por la Sociedad Rural Argentina, que ha sido continuada anualmente hasta la actualidad.
También durante su presidencia, la extensión de la red ferroviaria tuvo un gran impulso, llegándose a los 2516 kilómetros al final de su mandato, lo que equivale a un aumento del 89 % en seis años. El propio presidente inauguró el ramal hasta San Miguel de Tucumán –iniciado durante la presidencia de Sarmiento– y se extendieron los dos ferrocarriles de la provincia de Buenos Aires: el Oeste y el Sur. También se extendió el ramal que debía ir hacia Chile, llegando hasta Villa Mercedes, en San Luis.
Desde los días de su presidencia su salud se tornó frágil. Se le diagnosticó la enfermedad de Bright y con la esperanza de poder tratar su enfermedad, Avellaneda viajó a Francia a consultar a un grupo de médicos especialistas. Lamentablemente, el diagnóstico no fue bueno y nada pudieron hacer. Luego de tres meses, Avellaneda decidió volver para morir en su patria.
Pero su último deseo no pudo ser cumplido, a mitad del trayecto le confesó a su esposa Carmen Miguens de Avellaneda:
“Querida, creo que moriré embarcado”.
Y así fue: murió en alta mar, a los 49 años, el 25 de noviembre de 1885 en los brazos de su compañera de toda la vida. Fue bajado de la embarcación en un ataúd cubierto con la bandera argentina. El presidente Julio Argentino Roca decretó ocho días de duelo nacional, y sus restos fueron despedidos con todos los honores. Sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta.
www.conozcarecoleta.com.ar (3198) - Publicado: Viernes 24/11/17
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