Cómo catar un perfume
¿A qué mujer no le gustan los perfumes? Es casi imposible pensar que a alguien no le agrade un exquisito perfume para aromatizar su piel y dejar a su paso una fragancia irresistible. Lo cierto es que a la hora de comprar, son tantos los perfumes que cuesta decidirse y debemos saber cuál es la forma correcta de catarlos.
Primero es importante saber el orígen de los perfumes:
Siempre se creyó que los egipcios fueron los creadores de los perfumes, sin embargo, en el año 3.500 a. C, han sido la civilización más avanzada, en su época, en el mundo y ellos fueron los que crearon el primer sistema de escritura del mundo, los primeros en usar instrumentos de bronce, los primeros en fabricar ruedas y quienes desarrollaron los primeros ungüentos y perfumes. Cuando los arqueólogos encontraron el sepulcro de la reina Schubab de Sumeria, se sorprendieron bastante al hallar junto al cuerpo una cucharita y un pequeño frasco trabajado con filigrana de oro.
Sumeria fue una región histórica de Oriente Medio que era parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La civilización sumeria es considerada como la primera y más antigua civilización del mundo.
Egipto no tardó en tomar de los sumerios la idea de la escritura y, como no, todo lo referente a la cosmética. Ellos utilizaban flores autóctonas como el lirio, el iris, el mirto, el loto blanco, el loto azul y flores de distintas variedades de acacia, además de plantas aromáticas como la menta, la mejorana, el eneldo y juncos olorosos. Para extraer las esencias, los egipcios maceraban las partes de la planta en un aceite vegetal, como el balanos que obtenían del fruto del balanito, o el aceite baq, que extraían de la nuez ben, el fruto del árbol moringa, que crece en Egipto aún hoy. El baq tenía la ventaja de ser inodoro, no se ponía rancio y fijaba y conservaba bien los aromas. También se empleaban otras materias para macerar las plantas, como la grasa animal, de buey o de pato. Era una técnica parecida a la del enfleurage actual, que consiste en alternar capas de grasa y capas de flores y dejarlas en maceración hasta obtener la grasa impregnada de la esencia. Para lograr la persistencia del aroma y retrasar la evaporación se añadía un fijador, como la espata de palmera datilera.
Se conocen muchos perfumes egipcios por las recetas que dejaron en las paredes de los templos, en la sala del laboratorio y según cuentan los guías de turismo, se creaba un perfume diferente para cada faraón. Los perfumes denotaban cierta clase social y además sirvieron para mitigar los olores del cuerpo y ambientales, debido al calor. Además, formaron parte del ajuar funerario.
Los perfumes egipcios siempre han sido muy valorados por su calidad y exotismo.
Cuando viajamos y visitamos el Duty free, queremos probar todos los perfumes y por eso luego tenemos una confusión olfativa que dificulta la elección.
Así como estamos acostumbrados a escuchar sobre la catación de vinos, también hay cursos y charlas sobre catación de perfumes y en esta nota queremos revelar algunos secretos para identificar cuál es la mejor elección para cada mujer.
Los especialistas en perfumes se denominan brand manager y son quienes conocen, saben y enseñan todo lo referente a ellos.
Los perfumes están compuestos con notas y al igual que una buena pieza musical, son como una obra de arte. Solo cinco marcas en el mundo tienen su propio perfumista: Dior, Chanel, Guerlain, Hermes y la Maison Cartier. El perfumista es el genio creativo.
¿Pero, qué son las notas? Según explican los "brand manager", podemos interpretarlo como una pirámide olfativa, las notas de salida son las que nos dan la primera impresión, lo primero que olemos. Las notas de corazón son las que definen el carácter del perfume, y se empiezan a notar a los 20 minutos. Por último, las de base, se perciben pasada una hora y funcionan como “fijadores”. Las primeras notas suelen ser florales, por eso es tan difícil encontrar fragancias florales o frutales con buena fijación.
Las notas se conjugan, como por ejemplo en un hermoso anillo, compuesto por un diamante y rodeado de pequeñas piedras preciosas, que lo enaltecen y en un perfume, las notas son infinitas, aunque una es la principal y las otras acompañan y complementan. Algunas notas son naturales y otras se crean el laboratorio.
En cierta oportunidad, Mathilde Laurent, contó que su perfumista quiso crear un perfume con aroma a lirios, pero ocurre que esta flor, pertenece a la categoría de las llamadas flores silenciosas, a las que no se les puede extraer su fragancia y por eso, la creó en su laboratorio. El nombre de ese perfume es Baiser Vole (beso robado) de Cartier, porque para crearlo le robó su esencia a una flor, como se roba un beso.
En las charlas de catación, los perfumes van pasando por las mesas, en los blotters (tiritas de cartulina como hay para probar en las perfumerías), que tienen un gramaje especial que permite vaporizar la fragancia y la tinta no debe alterar el aroma.
Se huelen los perfumes florales clásicos, otros seductores que evocan al chocolate, fragancias masculinas. Cada una tiene su gusto y se arman intensos debates, que van del “no me lo pondría” al “es para un señor mayor” u otras opiniones expresadas desde la sensación y asociación del perfume con cierto estilo juvenil, maduro, glamoroso, etc.
También se habla de perfumes de verano y otros de invierno. Lo mismo ocurre con ciertas comidas, guisos para invierno y frescas ensaladas en verano. Los perfumes de verano se caracterizan por tener aromas frescos y ligeros, mucho menos intensos que los perfumes de invierno, los aromas son muy frutales, también recuerdan a flores frescas.
Para catar un perfume:
Primer paso. Es necesario conocer qué familia olfativa te gusta, porque la mayoría no sabe describir sus preferencias, no es fácil definir olores y nuestro lenguaje es muy pobre es este campo. Además de lo que el experto pueda ayudarte a descifrar, hay datos que solo conoces tú misma: gustos, recuerdos, referencias, aversiones, etc. Una buena entrevista es fundamental. Estos ítem definirán la personalidad de cada mujer.
2. Segundo paso. Probar en un papel secante no más de cuatro fragancias. “Las dos que más te gusten, pruébalas después en tu propia piel”.
3. Tercer paso. Dependiendo del tipo de fragancia, hay que dejar pasar más o menos tiempo para ver su evolución. Si nos guiáramos por las notas de salida, compraríamos todos los perfumes del mercado, ya que estos acordes chispeantes y cautivadores se eligen para que caigamos rendidas ante ellas. Hay que dejar que, al igual que un buen vino, la fragancia se vaya develando. Solo así se pueden ir apreciando las diferentes notas de su pirámide olfativa. En los primeros instantes, las de salida; al cabo de cinco o 10 minutos, las de corazón y, por último, las de fondo, que pueden tardar 20 minutos o varias horas.
www.conozcarecoleta.com.ar (6907) - Publicado: 10/05/17
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