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Ides Kihlen, pintora y vecina del barrio
Ides Kihlen, pintora y vecina del barrio de Recoleta, vive en un coqueto departamento en la avenida Alvear, donde disfruta lo que más le gusta, pintar y además, espera pacientemente el festejo de sus cien años. Parte de esos festejos comenzaron antes, con tres muestras y un libro sobre su obra.
 En abril se presentó parte de sus obras en una exposición en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, otra muestra más íntima en una galería privada y una tercera muestra en un importante museo.
Nacida en la provincia de Santa Fé, el 10 de julio de 1917, su padre era sueco y su madre suiza, pasó su niñez a orillas del Paraná en las provincias de Corrientes y el Chaco. Luego vendría a Buenos Aires donde ingresó a la Escuela de Artes Decorativas y desde entonces se dedica con gran pasión a la pintura. En aquellos tiempos Pío Collivadino era director de la Escuela y según Ides, la única vez que lo vio sonreír, fue el día que ella se recibió.
Ides fue alumna dilecta de Vicente Puig e hizo diferentes talleres como los de Pettoruti, André Lhote en París y Batlle Planas. También estudió Historia del Arte, visitó innumerables museos en varias ciudades del mundo, interesándose por los procesos del arte.
Estuvo casada pero 17 años después se divorció porque dijo que era muy aburrido, su esposo muy liberal, salía solo, llegaba a cualquier hora y ella se quedaba pintando, "cada uno hacía la suya", suele contar ella. Tuvo dos hijas, Ingrid y Silvia.
Una particularidad de esta pintora es que nunca tomó la decisión de profesionalizarse y hacer una carrera como artista, tal es así que destruyó muchas de sus obras y no les puso títulos ni fechas a sus cuadros. Hasta los 83 años nunca expuso ni vendió una obra, hasta que sus hijas la convencieron y organizó la primera muestra en la edición ArteBA 2000, donde se vendieron todos sus cuadros.
Actualmente, su hija Silvia vive con ella. Disfruta vivir rodeada de sus cuadros, un piano de cola, su perrita, Zully, ama las plantas que tiene en su balcón y no tiene horarios, duerme cuando el cuerpo se lo pide y puede hacerlo en la cama o en un sillón. No toma un solo remedio!!! Uno de sus gustos es beber una copa de champagne todas las noches y algunas veces, también al mediodía; suele cocinarse lo que le gusta, puede ser desde una simple ensalada hasta champignones rellenos de jamón.
En poquitos días, la copa de champagne se levantará para brindar por sus cien años. Feliz Cumpleaños.
www.conozcarecoleta.com.ar (2481) - Publicado: 12/05/17
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