La Casa de San Luis Una Joya arquitectónica que cumplió un siglo
Buenos Aires tiene sorprendentes edificios que dan identidad a los barrios y muchos pasan desapercibidos porque es común mirar sin ver. Una de esas joyas arquitectónicas que tiene Recoleta, es el edificio que ocupa la Casa de San Luis en Buenos Aires y que este año cumple un siglo de vida.
Situado en la calle Azcuénaga 1087, casi esquina Santa Fe, este precioso edificio fue construido por el destacado arquitecto, Virginio Colombo, para la familia de Carlos Lagomarsino, inmigrante italiano dedicado a la industria textil y se inauguró en 1920.
Lagomarsino compró el terreno de la calle Azcuénaga al 1083/87 y contrató a Colombo para la creación de una mansión palaciega, que expresara el nuevo rango social alcanzado. Su familia estaba compuesta por él, su esposa y cinco hijos, que formaban parte de la burguesía industrial, clase social que tenía en su mayoría un origen muy humilde y fue creciendo hasta adquirir gran poder económico y político. Los salones del primer piso fueron utilizados solo para dos grandes eventos: el casamiento de la mayor de las hijas con un prestigioso médico y la comunión de la menor. Como todas las familias de la época, en la casa se realizaban los “días de visita”: reuniones con té, amenizadas con sesiones de canto o de declamación, a cargo de las hijas de Lagomarsino que se dedicaban a las artes, de hecho, la mayor había tejido dos gobelinos que decoraban el hall de recibo de la casa, donde hoy se emplazan dos grandes espejos.
Virginio Colombo se caracterizó por su conocimiento de diferentes técnicas decorativas: estucos, frescos, relieves y vitrales. Así es como el petit hotel que alberga actualmente a la Casa de San Luis resume y expone este conocimiento que debió ser tenido en cuenta para su restauración a los fines de acompañar la misma con el ejercicio de distintas técnicas decorativas.
En este sentido, se buscó ser fiel a la voluntad del arquitecto Colombo al momento de restaurar el edificio, que es una verdadera joya en el barrio de Recoleta.
Entre las obras más importantes del arquitecto Colombo, a pocos metros de allí con solo cruzar la Avenida Santa Fe, se encuentra un bellísimo edificio en Azcuénaga 1129 (actual Universidad Nacional de Arte), también podemos citar la Casa Calise (Hipólito Yrigoyen 2562/78), la Casa de los pavos reales (Avenida Rivadavia 3216/36), entre otras.
La casa de Lagomarsino fue habitada por la familia solo cuatro años, ya que luego de la muerte de Carlos Lagomarsino, a causa de una afección cardíaca, su esposa e hijos decidieron poner el edificio en venta. El primer comprador fue el Dr. Riguera, que utilizó la casa como consultorio médico. Posteriormente, entre 1960 y 1969, funcionó en el edificio la primera Escuela de Aviación y el servicio de Inteligencia de la Aeronáutica.
A partir de 1973, se instaló en la casa una sucursal del Banco Interamericano Regional, el Banco de la Mujer, llamado Juana de Arco, que estuvo allí durante casi una década y realizó varias modificaciones edilicias, acondicionando la casa con espacios para oficinas, sanitarios, calefacción, un ascensor, el tesoro en la planta baja y un auditórium en la terraza, manteniendo intacto todo el primer piso del edificio. Luego de una quiebra, el Banco Central se hizo cargo de todos los bienes y los subastó por licitación pública cerca del año 1982. La casa fue comprada por una inmobiliaria llamada Las Espigas, que más tarde la vendería al Gobierno de la Provincia de San Luis. Inaugurándose oficialmente como Casa de San Luis en el año 1985.
www.conozcarecoleta.com.ar (3585) - Publicado: Lunes 21/09/20
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