Los 101 años de la Librería El Ateneo Grand Splendid
La librería El Ateneo Grand Splendid, situada en Avenida Santa Fe 1860, en el barrio de Recoleta, es considerada la segunda librería más linda del mundo. La primera es la Librería Ler Devagar, en Lisboa. En esa sala, el 14 de mayo de 1919, se había inaugurado el Grand Splendid Theatre.
El edificio fue construido por iniciativa de Max Glücksmann, un empresario austríaco, quien había comprado el terreno en 1917. Ese espacio fue una fábrica de carruajes y luego sede del Teatro Nacional Norte. Posteriormente se convirtió en Cinematógrafo y luego en teatro de variedades, de mala reputación, hasta que finalmente se cerró. Fue reabierto en 1915 con el nombre Teatro Battaglia, en homenaje al actor, Guillermo Battaglia y a fines de 1916 fue comprado por Glücksmann.
El proyecto del Grand Splendid Thetre estuvo a cargo de los arquitectos Rafael Peró y Manuel Torres Armengol, y la construcción a cargo de los arquitectos Pizoney y Falcope.
Todo era de vanguardia, pero aún más allá de la propuesta artística: la obra también traía lo último en seguridad y comodidad. La estructura era de cemento armado, a prueba de fuego. Instalaron, además, una sala de primeros auxilios y equipos de calefacción y refrigeración, ubicados en el sótano para no empañar su estética. En verano podía adaptarse el lugar y optar por la brisa natural, ya que en la cúpula había un techo corredizo. Al mirar hacia arriba no sólo se contemplaban las estrellas: convocaron al pintor italiano Nazareno Orlandi para embellecer esa cúpula con una alegoría a la paz que representa el fin de la Primera Guerra Mundial.
La marquesina era -y sigue siéndolo- de estilo griego, con unas cariátides que sostienen los balcones del frente, obra del escultor italiano Troiano Troiani, quien también se ocupó de crear los torsos de mujer que se encuentran sobre los ángulos del cielorraso, a los costados del escenario.
Trabajaron para que los palcos y las plateas fueran como una prolongación del Colón y cada uno de los 3.400 metros cuadrados reluciera. Entre platea, palco y paraíso, había capacidad para novecientos espectadores.
Funcionaba a sala llena en todas sus representaciones. Teatro, conciertos de ballet, óperas, fiestas a beneficio y tangos con sus revelaciones. Todo se gestó allí, incluso Carlos Gardel. Una leyenda urbana cuenta que Glücksmann le enseñó a darle más potencia a su voz haciendo que el Zorzal Criollo se tomara con las manos del respaldo de una silla y así expandiera su caja torácica.
Entre 1921 y 1930 se empleó el último piso como estudio de grabación y en 1923 fue el año en el que inició sus transmisiones Radio Splendid. Se abocó a la cinematografía a partir de 1926 y fue escenario de innumerables estrenos.
En 1930, volvió a lucirse en formato de teatro, para retomar con el cine recién en 1973. El Capitol (ex Splendid Theatre) y el Grand Splendid marcaron la identidad de la cuadra. De ahí en más, la prestigiosa sala resistió los años y las crisis como pudo, cerró y fue refundada.
En febrero de 2000 el grupo Ilhsa, más las cadenas El Ateneo y Yenny, realizaron una inversión de más de tres millones de dólares para dejar al Ateneo tan grandioso como su nombre, la preciosa librería tan visitada por porteños y turistas de todo el mundo.
Otro orgullo de nuestro barrio, contar con una de las dos librerías más bellas del mundo.
www.conozcarecoleta.com.ar (3377) - Publicado: Jueves 14/05/20
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