Cuando la justicia actúa rápido, según convenga
Hace pocos días, en la ciudad de Buenos Aires aparecieron unos afiches en los que se veía el rostro de Cristina Kirchner y la trataban de asesina, culpándola por la muerte de 35 mil personas. Inmediatamente la Justicia actuó y ya descubrieron que, la ideóloga y encargada de mandarlos hacer, fue una mujer del barrio de Recoleta llamada Nilda Lilian Melhem.
El juez Manuel De Campos ordenó la detención de la mujer de 61 años, con domicilio en el barrio de Recoleta, que habría enviado el dinero para imprimir los carteles y fue descubierta por los datos aportados por un chofer de Uber, Emanuel Montiel, que fue allanado en su domicilio y declaró que esa mujer fue quien le entregó un sobre con dinero y un pen drive que debía llevar a la imprenta.
La impresión de los carteles habría estado a cargo de Francisco Serrano, un empleado infiel de “Vía Graphic” que no volvió a trabajar luego del escándalo pero le habría confesado la maniobra por teléfono a su ex jefe, según consta en la causa que se inició por una denuncia del publicista Enrique “Pepe” Albistur, cercano al presidente Alberto Fernández.
La mujer se puso a disposición de la Justicia. Lo mismo hizo un menor de edad, supuestamente quien entregó el dinero para pagar el trabajo de imprenta.
Nilda Lilian Melhem presentó un escrito firmado por ella, con el patrocinio del abogado Matías Cuneo Libarona, en el juzgado de instrucción del juez Manuel de Campos, en el que señala que se sintió aludida por lo que informaron los medios de comunicación y se pone a disposición del juez, sin necesidad de que la detengan.
En el escrito explica que su esposo murió hace dos años a causa del Covid-19, lo que explicaría su dolor y su reclamo al Gobierno por no conseguir vacunas a tiempo.
Melhem afirma que ante la eventualidad de que se busque detenerla, prestará “plena colaboración y concurrencia cada vez que sea citada”. Y explica: “No tengo antecedentes computables penalmente; jamás tuve denuncias en mi contra; vivo desde hace mucho tiempo (exactamente desde 2009) en un inmueble de mi propiedad, sito en la calle Billinghurst, junto a mi hija Agustina, de 22 años de edad”.
“Tengo infinidad de comprobantes y constancias que acreditan mi arraigo en este país y, específicamente, en esta ciudad. Trabajo y soy el sustento de mi hogar, pese a ostentar la calidad de jubilada, y figurar como monotributista Categoría E. No tengo intenciones de irme del país, ni nada que se le parezca”, reafirma la mujer para que el juez De Campos no pida detenerla y la cite sin correr el riesgo de dejarla presa.
Increíble que la Justicia proceda con tanta celeridad cuando la ofensa es hacia quien debería ser juzgada por varias causas y pasa el tiempo sin que la Justicia se expida.
www.conozcarecoleta.com.ar (2773) - Publicado: Viernes 08/04/22
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