Polonia prohibió aterrizar un vuelo humanitario a cargo de Enrique Piñeyro
El cineasta, médico y piloto argentino, Enrique Piñeyro ofreció voluntariamente su avión con un objetivo humanitario: dirigirse al Aeropuerto Internacional Chopin, de Varsovia, para buscar a las más de 200 familias ucranianas desplazadas de la guerra que esperaban ansiosas subirse al avión que los llevara a un nuevo hogar en Italia.
A pesar de contar con el plan de vuelo pertinente y aprobado por el ministerio y las autoridades aeronáuticas de Polonia, antes de partir de Roma, el martes 22 de marzo, cuando Piñeyro pidió la autorización para descender en el aeropuerto de Varsovia, se le prohibió aterrizar en suelo polaco.
Lo raro es que ese era el segundo de tres vuelos humanitarios de Solidaire, a cargo del piloto y su equipo, que ya estaban aprobados.
“Es una locura que en pleno vuelo nos hayan hecho esto. Lo que tendrían que haber hecho es permitirnos aterrizar y luego remarcarnos lo que nos hiciera falta. Pero poner en riesgo un avión y su tripulación por un capricho del gobierno es algo que realmente nos llama la atención” aseguró indignado Enrique Piñeyro.
Hubo otro incidente inesperado. En el aeropuerto tampoco se les permitió a los refugiados ingresar a los mostradores para hacer los trámites y abordar el avión solidario argentino, una decisión que llamó mucho la atención a los directivos de Solidaire.
Lo cierto es que cuando el Boeing 787 a cargo de Piñeyro tuvo que frenar su vuelo a pocos kilómetros de cruzar la frontera para ingresar al espacio aéreo polaco, se inició una discusión sobre el plan de vuelo que obligó al piloto a volar en círculos sobre el área paisajística protegida de Ždárské vrchy.
En total fueron cuatro vueltas sobre el parque nacional a orillas del río Berounka, que está ubicado a uno 70 kilómetros de la frontera con Polonia. Tras ese malentendido de último momento y después de una hora volando sin destino, a la espera de una comunicación de la torre de control de Praga, el avión cambió el rumbo para aterrizar en la capital checa.
-Estamos en Praga porque íbamos a Varsovia a embarcar 200 refugiados y algún funcionario intermedio del ministerio de Transporte polaco se despertó a la mañana mal, se debe haber peleado con la mujer, y cuando estábamos por iniciar el descenso Praga radar nos dice que no estamos autorizados -explicó Piñeyro, fastidiado por la insólita situación que le tocó atravesar, minutos después de aterrizar.
Parecía una burla, porque una vez que habían aterrizado en Praga, recibieron otra comunicación por parte de la torre de control del aeropuerto confirmándoles la habilitación para regresar a Polonia y aterrizar en el Chopin, donde el avión ya estuvo el 21 de marzo en el primer viaje de rescate de refugiados.
Luego de este sospechoso episodio que vivió Piñeyro y su comitiva, se han visto obligados a suspender momentáneamente los vuelos humanitarios, debido a problemas técnicos y trabas burocráticas que les impiden regresar a Varsovia en busca de más refugiados.
El piloto y su equipo están haciendo lo imposible para poder retomar los vuelos a Polonia lo antes posible, en busca de la mayor cantidad de ucranianos que puedan.
Uno de los impedimentos es que hubo graves denuncias de tráfico de personas y de trata de blancas que comenzaron a haber en distintos centros de refugiados de Varsovia y el gobierno polaco endureció los controles sobre refugiados y también en los pasos fronterizos. Eso chocó con las buenas intenciones de Piñeyro y su equipo de sacar rápido y cuanto antes a la mayor cantidad de ucranianos y están buscando una solución que les posibilite hacerlo.
Cabe destacar que en 2020, Enrique Piñeyro había comprado un avión Boing 787 a Aeroméxico. La aeronave fue adquirida para crear Solidaire, una ONG con la misión de dar apoyo a otras ONGs que hacen tareas humanitarias. Su objetivo desde el principio fue “ponerlo a disposición de causas útiles” y desde entonces ha llevado a cabo una serie de vuelos humanitarios alrededor del mundo.
Paralelamente a los vuelos de ayuda humanitaria, a fines del año pasado Piñeyro donó a la ONG catalana Open Arms una embarcación con 66 metros de eslora, que puede acoger a más de 300 personas. Piñeyro comentó que en cuatro años, Open Arms rescató del mar una cantidad enorme de personas. "Están haciendo el trabajo que los Estados no hacen. Nosotros les brindamos apoyo aéreo y marítimo. Les compramos un barco y también vamos a volar para decirles dónde están las pateras con los migrantes, para que puedan llegar rápido".
"Si tengo recursos y quiero ayudar, en general, no doy dinero. Armo proyectos y participo activamente de ellos. Después, cada proyecto empieza a tener su dinámica y tienen su gente a cargo. Pero yo sigo estando. No me desconecto". Cuenta Piñeyro.
Cabe destacar que en mayo de 2021, puso a disposición su avión y pagar todos los gastos para traer vacunas a la Argentina pero el gobierno nunca le respondió...
El piloto había ofrecido donar todos los traslados de vacunas que necesitara el país, para ahorrar dinero al Estado. Dijo que se haría cargo de todos los costos, los cuales ascendían a 300 mil dólares por vuelo. Presentó la oferta formalmente a cancillería, pero nunca obtuvo respuesta. Ya había ofrecido su avión para ayudar con los vuelos de repatriación, pero tampoco aceptaron.
www.conozcarecoleta.com.ar (5335) - Publicado: Lunes 28/03/22
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