Regalo de Argentina a Ecuador por el bicentenario del Encuentro de Guayaquil
Al cumplirse el Bicentenario del encuentro de Guayaquil, entre los Libertadores General San Martín y General Bolívar, el Gobierno argentino obsequió a Ecuador una escultura de San Martín, realizada por Alejandro Marmo.
El ministro de Cultura Tristán Bauer y el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano viajaron a la histórica ciudad para hacer entrega de la obra y participar de las celebraciones, que se desarrollarán hasta el viernes, con autoridades de ambos países. La escultura de hierro, con el rostro de San Martín, pesa ochenta kilos, mide dos metros de alto y tiene poco más de un metro y medio de ancho. Iluminada con una cinta de luces led, se emplazará en el hermoso Malecón 2000 a orillas del también histórico río Guayas.
La Obra de Alejandro Marmo, rinde homenaje al Libertador de América en el Bicentenario del Encuentro de Guayaquil que lo tuvo como protagonista junto con Simón Bolívar; dando comienzo a una semana de celebraciones presenciales y virtuales. "San Martín iluminado", muestra la luz del héroe máximo de la Argentina que alumbrará un parque ecuatoriano, recordando aquel encuentro entre los dos generales, ocurrido el 26 y 27 de julio de 1822, en Guayaquil.
La obra se entregó por pedido del país hermano para participar de los festejos; como parte del intercambio de ofrendas, Guayaquil le entregó al ministro de Cultura de la Argentina la llave de la ciudad. La conmemoración busca promover y destacar la importancia política, histórica y cultural del encuentro que reunió por más de cinco horas a San Martín y Bolívar el 26 de julio de 1822 en Guayaquil. Este fue el único sitio donde los dos héroes máximos de la independencia sudamericana discutieron cara a cara el futuro de la región.
Marmo -conocido por los murales de Eva Perón en el edificio del Ministerio de Obras Públicas y del padre Carlos Mugica en la avenida 9 de Julio en el cruce con Arroyo- adquirió el gusto por la herrería en el taller de su padre, inmigrante italiano. En sus obras suele utilizar materiales de descarte de las fábricas abandonadas del conurbano bonaerense, que se transformaron en esculturas de personajes populares y religiosos. Sus obras, que también incluyen pinturas, están emplazadas en espacios públicos como el Barrio 31, el barrio Ejército de los Andes y el Camino de la Ribera, en Avellaneda. Marmo mantiene una estrecha relación con el Papa Francisco, que lo recibió en varias ocasiones e hizo emplazar obras suyas en los jardines de Castel Gandolfo. Esculturas de una Virgen de Luján y un Cristo Obrero hechas con rezagos y con la colaboración de trabajadores desocupados integran el patrimonio de los Museos Vaticanos.
Como parte de la conmemoración, se programó un ciclo de cine argentino, y la proyección de la película Revolución. El cruce de Los Andes, de Leandro Ipiña. También se expondrá una muestra histórica en el Museo Naím Isaías sobre la vida y obra de ambos generales con el propósito de transmitir el legado de los héroes, su influencia político-militar y aspectos destacados de su vida. Se exhibirán objetos, obras de arte, réplicas de los uniformes y sables, entre otros bienes culturales.
Vale recordar que este Bicentenario conmemora el momento en que Bolívar al encontrarse con San Martín le dice: “Tengo el gusto de estrechar la mano a mi amigo. Permítame usted que lo llame así, que es el título mayor que puedo darle”.
Era el encuentro entre los dos protagonistas centrales de la Guerra de Emancipación Sudamericana y de la Libertad de medio continente.
En el acto conmemorativo, el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Eduardo García Caffi, emitió algunas de sus reflexiones sobre lo que significa evocar este bicentenario, dos centenarios de notoria trascendencia:
El de la Entrevista de Guayaquil en la que se reunieron los dos protagonistas centrales de la Guerra de la Emancipación Sudamericana: José de San Martín (Libertador de la Argentina, Chile y Perú) y Simón Bolívar (Libertador de la Gran Colombia).
El del retiro de nuestro Padre de la Patria de su vida pública luego de treinta y un años de combates ininterrumpidos (que lo habían convertido en veterano de guerra de tres continentes) y diez años como pieza política clave del ajedrez revolucionario independentista.
El primer bicentenario nos permite evocar la vida de un hombre que tuvo la elevada misión histórica de ejercer responsabilidades públicas fundacionales y trascendentes.
El segundo, la aspiración de ese hombre a vivir como si fuera un ciudadano más, con la satisfacción de haber cumplido con su deber luego de haber sacrificado su juventud a España, su adultez a su Patria y anhelando el ganado derecho a disfrutar de su vejez.
www.conozcarecoleta.com.ar (4745) - Publicado: Jueves 28/07/22
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