Rechazo al nombre de Rodolfo Walsh en estación de subte
Hace pocos días, integrantes de la agrupación Jóvenes Republicanos estuvieron en la estación de subte de la Línea E, "Entre Ríos-Rodolfo Walsh", para manifestar su rechazo hacia el desaparecido periodista y escritor, al que tildan de terrorista y asesino, autor intelectual en el atentado más sangriento de la década del ’70, perpetrado por la banda terrorista Montoneros en 1976.
Por eso, exigen que el nombre de Rodolfo Walsh sea retirado del subte porteño, considerando que es el nombre del "sanguinario terrorista de Montoneros", como se lee en uno de los carteles que allí dejaron.
Su rol en dicho atentado, tapado por el revisionismo histórico del kirchnerismo, acaba de ser acreditada y documentada con rigurosidad por el periodista Ceferino Reato en su reciente obra “Masacre en el Comedor”.
La bomba fue colocada por José María Pepe Salgado, un joven estudiante de Ingeniería infiltrado en la Policía Federal. Su breve vida militante tuvo un vuelco decisivo cuando conoció a Rodolfo Walsh, en el segundo trimestre de 1974, luego de una charla del famoso periodista y escritor organizada por el Centro de Estudiantes de la Facultad, según recordó un ex montonero que trabajó también bajo las órdenes de Walsh, cuyo nombre de guerra era Esteban.
Walsh había dejado atrás su etapa de mero “intelectual comprometido” con la revolución socialista, en la cual intentan congelarlo casi todas las muchas biografías escritas sobre él, que cancelan o disimulan su activa participación en varias de las operaciones más relevantes decididas por la cúpula de Montoneros.
Su intensa actividad en ese ámbito apuntaba a tres objetivos: reunir información que podía ser útil en la lucha guerrillera; difundirla de una manera selectiva para eludir la censura de prensa e influir en la opinión pública, y confundir al enemigo.
La periodista Tununa Mercado elogió el carisma de Walsh: “Lo llamábamos Capitán; era un líder nato. A Rodolfo le daba inmenso placer hacer algo en contra del enemigo. Era una acción positiva, estimulante”.
Los Jóvenes Republicanos, la juventud de la corriente Unión Republicana, colocaron carteles con las siguientes leyendas: “Rodolfo Walsh asesinó a 23 personas” y “En esta estación hay un asesino” en toda la estación de subte que el PRO, en 2013, renombró con el nombre del prolífico terrorista, tras una votación en la Legislatura porteña de una ley propuesta por Gabriela Cerruti y acompañada por el oficialismo.
La acción busca apoyar el proyecto de ley presentado en la Legislatura porteña, que propone que el nombre de Rodolfo Walsh sea reemplazado por el de una de sus víctimas, una empleada de YPF y madre de tres hijos, que ese día había asistido a almorzar con una amiga al comedor de una Superintendencia, sin saber que Rodolfo Walsh había resuelto asesinar a todas las personas allí dentro. Su nombre era Josefina Melucci de Cepeda.
El acto terrorista ocurrió el 2 de julio de 1976, cuando un comando montonero a las órdenes de Rodolfo Walsh asesinó a 23 personas inocentes mediante una bomba “vietnamita” colocada en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, que dejó también 110 heridos y discapacitados.
Además de 7 kilos de trotyl, la bomba de Walsh contenía bolas de acero, clavos y otros elementos metálicos, para que salieran disparados como metralla y causaran la mayor cantidad de muertes y mutilaciones. Lo que quería el terrorista de Montoneros era mandar un brutal mensaje a la sociedad argentina.
De los 23 fallecidos, sólo 2 eran oficiales de policía. El resto ni siquiera pertenecían a la fuerza, como el encargado del comedor, el cajero, un mozo, un enfermero, un bombero, un repartidor de pan y una empleada de YPF, que habían ido a almorzar al comedor de la Superintendencia.
El 25 de marzo de 1977 fue cuando mataron a Rodolfo Walsh y por eso, al cumplirse 45 años, la agrupación hace esta intervención, manifestando en forma pacífica su disgusto y rechazo hacia este hombre y exige que su nombre sea eliminado de la estación de subte.
Luego de las críticas que circularon en el mundo virtual, el impulsor y presidente de JRep, Ulises Chaparro, redobló la apuesta y escribió en Twitter: “Nos está puteando medio país por la acción que hicimos con Jóvenes Republicanos cambiando el nombre de la estación Rodolfo Walsh por el nombre de una de las víctimas de éste terrorista”.
“Me encanta, como les duele que un grupo de pibes tenga pensamiento propio“, cerró en la publicación.
www.conozcarecoleta.com.ar (4484) - Publicado: Lunes 28/03/22
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