Fachada del Centro Cultural Recoleta, otra postal del recuerdo
La fachada del Centro Cultural Recoleta, diseñada por el artista argentino, Sebastián Curi, es uno de los atractivos del barrio que invita a los turistas a tomarse hermosas fotografías. Curi dirigió la intervención desde Los Angeles, donde reside actualmente y el mural quedó terminado hace ya un mes.
Desde hace algunos años, la fachada del Centro Cultural Recoleta fue cambiando su imagen y dejando atrás la sobriedad del que otrora fue el Convento de los monjes Recoletas. El colorido se fue instalando y se sucedieron distintas intervenciones que le dieron vida. Los turistas, fascinados, se toman fotografías para plasmar su paseo por el coqueto barrio de la ciudad y uno de los lugares favoritos para llevarse una postal, es precisamente esa colorida fachada que les brinda un buen telón de fondo.
Demás está decir que no todos están demasiado felices con dicha intervención, ya que vecinos de Recoleta que viven en el barrio desde hace años, son muy conservadores y respetuosos de las costumbres, tradiciones y valoran tanto el Patrimonio Arquitectónico, que consideran que no debía intervenirse la fachada de este edificio histórico, que debía resguardarse y preservarse tal como fue concebido. Es difícil conformar a todos.
La creación del mural coincidió con el programa que estuvo vigente durante el período estival ofrecido por el Gobierno porteño, que brindó propuestas artísticas, proyecciones de películas, competencias de freestyle y actividades vinculadas con el amor.
Sebastián Curi (37), radicado en Los Ángeles, aceptó la invitación a participar y se inspiró en el nombre del ciclo, Amor de Verano, para componer una historia visual que se aprecia desde cualquier punto de la Plaza Intendente Alvear.
El artista explica su obra:
“Quise retratar una visión romántica y hasta inocente del amor durante los años de juventud. Un amor adolescente, casi fantástico, rodeado de estrellas que explotan. Los primeros besos, la energía y los íconos universales del amor están plasmados en la propuesta”.
Curi es ilustrador y animador, estudió diseño gráfico en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y colabora para firmas como Apple, Facebook, Spotify, Nike y ZARA.
El artista trabajó a distancia junto a los muralistas del colectivo Rojo Vivo, que ya conocen los pliegues de las ventanas, las molduras y ornamentos del edificio porque intervinieron varias veces la fachada. El año pasado, por ejemplo, se subieron a grúas mecánicas para darle vida a “El hábito de crear mundos”, una obra con fondo azul eléctrico y un par de figuras con cabeza de pájaro, de Renata Schussheim.
“Recibimos el boceto y durante una semana trabajamos a distancia con el autor, una dinámica a la que estamos acostumbrados. El progreso lo manejamos diariamente por Whatsapp y todo fue muy fluido”, señala Pablo Derka, integrante de Rojo Vivo.
El edificio catalogado como Monumento Histórico Nacional lleva la impronta arquitectónica de Clorindo Testa, Jacques Bedel y Luis Benedit, quienes proyectaron su restauración en 1980 para adaptarlo a las nuevas necesidades: transformarse en un contenedor de cultura joven, vibrante y diversa.
www.conozcarecoleta.com.ar (3176) - Publicado: Martes 14/03/23
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