La fábrica de arañas más importante de Sudamérica estuvo en Recoleta
Stefano y Luigi Assareto eran hermanos gemelos, nacidos en 1860 en Génova. Fueron hijos de Giacomo Assareto y Angela Gardella. Su padre había sido un marino que luchó durante la guerra por la Independencia y la Unidad de Italia y había sido condecorado con una mención honorífica por el Conde Cavour.
La familia decidió viajar a Argentina, donde castellanizaron los nombres, una práctica habitual por entonces y también se cambió la grafía del apellido por Azaretto, con el que se consagrarían años más tarde, cuando los gemelos decidieron, en 1886, abrir un local que fabricaba artefactos de iluminación a gas. Ese local se situaba en la calle Riobamba 336 y le dieron el nombre de La Progresista.
Con los avances tecnológicos adaptaron su producción de artefactos de iluminación a gas, a la electricidad y en 1898 tuvieron los primeros reconocimientos por ello, recibiendo un diploma de honor y medalla de oro en la Exposición Nacional de Torino-Italia.
El éxito comercial los alentó a inaugurar una sucursal, en Avenida Santa Fe y Callao (donde está actualmente el edificio Roccatagliata), dándole el nombre de "La Progresista de Azaretto Hnos". Llegó a ser la más importante de Sudamérica.
Fueron los encargados de colocar la famosa araña de 280 luces, del Salón de Recepciones (hoy Salón Blanco) de la Casa de Gobierno, para la visita del presidente del Brasil, Manuel Ferraz de Campos Salles, en 1900. La bellísima araña pesa 1.250 kg y su diseño se destaca por las antorchas con tulipas flamígeras acompañadas de abundantes brazos con motivos florales.
El reconocimiento oficial promovió nuevos encargos para la Casa de Gobierno, y entre 1906 y 1908 la empresa fue contratada para la producción de artefactos en el Palacio del Congreso y el Teatro Colón.
Con el propósito de mejorar la producción artística, en 1908 incorporaron al escultor Gabriel Simonnet Dubois, quien se hizo cargo de la dirección técnica de la fábrica y especialmente de la creación de modelos y los trabajos de cincelado. Vale la pena recordar que Dubois era francés y se había formado en el taller del reconocido Carrier-Belleuse, maestro de Rodin y autor de esculturas en la Ópera de París y el mausoleo de San Martín.
Dubois había llegado a Buenos Aires en 1895 y estableció contacto con el escultor Lucio Correa Morales. Trabajó con el artista argentino en el monumento a Falucho y también, especialmente, en el Cementerio de Recoleta. Además, creó los candelabros que iluminan el mausoleo de San Martín en la Catedral y su busto, como también el busto de Rivadavia en el Palacio de la Legislatura de Buenos Aires.
Caras y Caretas, en una publicación especial de 1910, destacaba que por medio de la casa en París, la firma introducía entre 2.000 y 2.200 arañas por año y tenía la exclusividad para la venta de Baccarat.
Para el Centenario de la Revolución de Mayo, Azzareto Hnos tuvo una gran oportunidad en la que demostró el desarrollo alcanzado, ya que en el Pabellón del Centenario se colocó una monumental araña de 5,20 m. de altura, 2,90m. de diámetro y 2.054 kg. de peso, fabricada con bronce fundido de cápsulas de tiro Mauser del Arsenal de Guerra de la Nación, diseñada por Simonnet Dubois. Su magnificencia, simbolismo y manufactura local con seguridad fueron los motivos para que el Senado decidiera comprarla y colgarla en el gran hall debajo de la cúpula del Congreso Nacional.
El desarrollo de la arquitectura moderna y el auge de la iluminación difusa e indirecta fueron profundos cambios que la empresa no logró adoptar, por lo que cerró definitivamente las puertas en 1935, pero aún hoy, se conservan esas exquisitas piezas, dignas de cualquier palacio, que otorgan mayor belleza a varios edificios de nuestro país.
www.conozcarecoleta.com.ar (3780) - Publicado: Sábado 20/04/24
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