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Restaurarán la bóveda donde descansan los restos de Camila O´Gorman
La trágica historia de Camila O´Gorman, una joven de la alta sociedad porteña que se enamoró de un sacerdote, huyeron, los encontraron y fueron mandados a fusilar, ha sido una de las que más atraen a los visitantes del cementerio de Recoleta, donde fue sepultada la jovencita, en la bóveda familiar, tan deteriorada por el paso del tiempo y que ahora será restaurada.
De acuerdo a lo dado a conocer en distintos medios, Pilar O´Gorman, sobrina chozna de Camila, se ocupó desde hace mucho tiempo para lograr que la bóveda sea abierta, se identifiquen los restos de Camila y se declare la bóveda como Patrimonio Histórico, ya que el deterioro es tan grande que hay serio peligro de derrumbe y es necesario restaurarla cuanto antes.
Finalmente, el 1° de agosto, a la mañana, se realizó la apertura de la cripta y ante la presencia del Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, dos empleados del cementerio abrieron la urna que sería la que contiene los restos de Camila.
Cabe recordar que Camila y Ladislao Gutiérrez fueron fusilados el 18 de agosto de 1848 y el domingo próximo se cumplirán 176 años.
Las paredes de la bóveda están descascaradas, los ladrillos de barro de la vieja construcción tienen rajaduras. Al frente se amontonan tres urnas cubiertas de polvo. Debajo, hay un solo subsuelo, que según Gabriel Roldán y Alan Martínez, los empleados que ingresaron, puede llegar a los 9 metros de profundidad. La bóveda cuenta con 12 “catres” o estantes donde se ubican los féretros. No se ha podido descender debido a la precariedad en que se encuentra la edificación, que presenta riesgo de derrumbe.
El gerente del cementerio, Gustavo Rossi, comentó que un caño de AYSA, roto desde hace algunos años, provocó filtraciones que inundaron y debilitaron la parte estructural de la cripta y recién ahora se está arreglando.
Los empleados que ingresaron, trabajaron entre polvillo y telarañas, logrando extraer urnas. En la primera hay cuatro placas, y adentro, sólo cenizas. Están las de María Teresa o’Gorman, que falleció el 22 de junio de 1971; la de Paz Rodríguez de O’Gorman, fallecida el 27 de julio de 1965; la de Ramona Rodríguez O’Gorman, cuyo deceso fue el 25 de julio en la década del 60 (el último número es ilegible) y María de las N. de O’Gorman, que murió el 22 de junio de 1966. En la segunda urna -la que retiraron boca abajo- sólo se lee María G. de O’Gorman, R.I.P. y una placa señala: Antonio O’Gorman 2/8/1912. La tercera urna contenía dos placas referidas a la misma persona: Adalberto J. O’Gorman, muerto el 9 de junio de 1938. Luego retiraron una placa que del cajón ubicado más arriba: Esther o’Gorman de Harrington, fallecida el 2 de septiembre de 1977. Y por último, la urna más grande y pesada -que no pudieron retirar- y estaba ubicada detrás de un marmol. Pensaban encontrar restos de varios antepasados, pero los empleados aclararon que había “un solo cráneo”. El de Ernestina O’Gorman de Dhers, que murió el 29 de mayo de 1957.
Según lo informado por la sobrina chozna de Camila, “esta bóveda es compartida, y la otra parte de la familia tiene el título de propiedad. Son primos de mi papá. El título quedó en manos de los hijos de Yuyo, que fue a un cementerio privado. No te sabría decir si a los hijos les interesa todo esto o no, porque cuando se abrió el expediente y los notificaron de la apertura de la bóveda porque está en peligro de derrumbe, no contestaron. La ley dice que si hay peligro de derrumbe el cementerio tiene que actuar. Entonces, se los va a notificar de nuevo. En caso de no contestar, el cementerio puede tomar a la bóveda como punto de interés turístico. Y ahí yo no podría hacer mucho. Espero que los hijos de ‘Yuyo’ contesten. De todas maneras, yo estoy trabajando con Cultura, con la Legislatura porteña por un proyecto de mecenazgo, por los arreglos y también con el Senado para que la bóveda sea declarada Patrimonio Histórico”.
El gerente del cementerio dijo: "Se dictó abandono de la bóveda y se citó a la familia para que dieran inicio a los trámites para arreglarla. Ese pasillo en el que se ubica la cripta fue clausurado por el riesgo de derrumbe y deberán hacerse los estudios correspondientes para poder restaurarla. Una vez que se consolide y reconstruya la bóveda, en un plazo de cuatro o cinco meses, se cita nuevamente a la familia para ver si quiere pagar el arreglo. Si no paga el arreglo, se dicta la caducidad de la bóveda, se la queda el gobierno de la Ciudad y se retiran los restos. Pero no es tan rápido, también tiene que actuar la justicia. Lo estamos haciendo con varias bóvedas que están en mal estado”.
Al finalizar el retiro de las urnas a las cuales se pudo tener acceso, quedó claro que no será fácil determinar en qué cajón o urna están los restos de Camila O’Gorman. Hay mucho para analizar en el subsuelo de la cripta, al que no se puede acceder por la situación de precariedad. Una posibilidad sería hacer un estudio de ADN a los restos. Como explica Carolina Cordero, que participó en la identificación de los restos de los ex combatientes de Malvinas, “lo mejor para analizar son las muestras que se cotejan con la línea directa: padres, madres, hermanos, primos. Después, con el paso de las generaciones, se empieza a deteriorar mucho. Hay que encontrar un ADN que tenga material genético limpio o sin contaminar, por ejemplo dientes o un fémur. Además, Camila no tuvo descendientes”. Pero sin embargo, señala, hay algo que facilitaría mucho la identificación: “Si están los huesos, está las marcas de los disparos que Camila recibió cuando la fusilaron”.
 Pilar se llevó una conclusión optimista, dentro de todo: “Estuvimos esperando mucho tiempo que esto sucediera. Aguardábamos este resultado, era difícil que se encontrara identificada a Camila en un ataúd, dado la cantidad de años que pasaron. Pero haber podido abrir la bóveda y que se empiece a recuperar es un gran paso, una gran reivindicación para Camila y Ladislao”.
Pecado de amor
Misteriosa bóveda de O´Gorman,
deslucida por el paso del tiempo,
sus telarañas tejidas de leyenda
se agitan movidas por el viento.
En su interior oscuro y silencioso,
flotan recuerdos del amor prohibido,
que fue duramente condenado,
creyéndolo un castigo merecido.
Pobre Camila... su mayor pecado
amar a un sacerdote ha sido,
los condenaron, fueron fusilados,
no pensaron en el fruto concebido.
La muerte los ha unido para siempre,
mas nadie sabe, cuál fue su destino,
dónde están Camila y Ladislao?
Tal vez aquí, quizá en el cielo mismo.
De: Susana R Espósito
www.conozcarecoleta.com.ar (6562) - Publicado: Domingo 18/08/24
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