Expectativas por la nueva política aerocomercial
Una de las medidas que ha tomado el Gobierno de Javier Milei es la desregulación aérea y se ha generado una gran expectativa al respecto, ya que según expertos en el tema de la aviación comercial, consideran que se requiere un programa integral para el sector.
Teniendo en cuenta que en mercados que fueron liberados hace muchos años la competencia doméstica es entre tres o cuatro empresas. En la Argentina hay tres: Aerolíneas Argentina, JetSmart y Flybondi.
La desregulación apunta básicamente a eliminar barreras de ingreso a nuevas compañías que quieran operar en el país. Además, al eliminarse el piso para los precios, cada aerolínea podrá cobrar el monto que decida, un punto que resulta de interés para los consumidores. La liberación del mercado también alcanza a las compañías que prestan servicios de apoyo en tierra.
De acuerdo a datos de la Administración de Aviación Civil (Anac), en el primer trimestre el número de pasajeros fue superior a la cifra de un año atrás, pero en abril y mayo hubo un desplome importante, fueron los dos primeros meses de contracción después de 37 consecutivos de crecimiento a partir de marzo del 2021.
Entre enero y mayo volaron 6.354.000 pasajeros en el mercado doméstico, 5,2% menos que en el mismo período de 2023. Hay unos 90 aviones entre las flotas de las tres compañías que atienden el mercado doméstico.
Según fuentes consultadas, no hay fundamentos para esperar que en el mercado doméstico operen más de tres compañías. Ese es el número, señalan, para un país como la Argentina, donde hay 0,3 viajes per cápita, mientras que en Chile y Colombia ese índice es de 0,41 y en Perú, de 0,27. En Brasil, también con 0,27 viajes per cápita, se reparten el mercado tres aerolíneas: Gol, Latam y Azul. Más allá de esos datos, según un cuadro elaborado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), ubica el potencial de vuelos per cápita, en el caso de la Argentina, en 0,6.
Antonio Falcone, economista y docente de Economía del Transporte Aéreo de la Asociación Latinoamericana de Derecho Aeronáutico, describe que en Estados Unidos, el país número uno en desregulación aérea -el mercado está liberalizado desde los años 80- son tres los grupos que se disputan el mercado, Delta, United Airlines y American Airlines. Hay pocas low costs y entre ellas está la más grande del mundo, Southwest. En Europa “pasa lo mismo, aun cuando cualquier compañía puede volar tramos internos; pueden, pero no lo hacen porque es un tema de economía de escala”, señala el experto.
A su entender, tres o cuatro aerolíneas son las que el mercado argentino puede soportar. “No hay que confundir la cantidad de gente que tiene ganas de viajar con la demanda efectiva, que depende del poder adquisitivo. Por las distancias y por la inexistencia de trenes, el país se presta para volar; podemos esperar el nivel de Colombia”.
Sin embargo, otros consideran que hay una demanda contenida y que crecerá cuando haya mayor oferta. En cuanto a Aerolíneas Argentina, por ejemplo, puede dar ganancias, puede auto sustentarse, pero tiene que cambiar. Si se modifican las condiciones, definitivamente la demanda va a crecer.
Respecto de las tarifas, el Estado dejó de decidir cuál es el precio mínimo y el precio máximo de un boleto. Durante el macrismo se eliminó solo el piso. Y en 2021, con Alberto Fernández en la Presidencia, regresó el esquema de banda tarifaria que casi no se usa en el resto del mundo.
En la actualidad, por ejemplo, la diferencia entre un ticket de ida y vuelta Córdoba – Buenos Aires (una ruta bien servida por las tres empresas) sacado con un mes de anticipación y solo para llevar equipaje de mano es de 50% entre las más barata ($52.245 Flybondi) y la más cara ($94.945 Aerolíneas Argentinas). De la tarifa, alrededor del 30% es el importe de los impuestos y tasas aéreas y las compañías cobran, en este caso, entre $13.000 y $16.000 por cargos de administración.
El precio de los pasajes para una distancia similar, igual fecha de viaje y equipaje incluido, los tickets locales cuestan entre US$20 menos y US$40 más en comparación con Brasil, Chile y Colombia. Las low cost son competitivas en la comparación regional, pero la carga impositiva local es más alta. En las conexiones internacionales, por supuesto, la Argentina es la más cara de la región, por el peso distorsivo de los tributos.
La Argentina ya firmó acuerdos de cielos abiertos con Canadá, Brasil, Chile, Perú, Ecuador y Uruguay, por los cuales se “amplían libertades” en la capacidad de cada línea de decidir la cantidad y destino de sus escalas, “fomentando la posibilidad de que puedan elegir rutas más competitivas”, según consignan los comunicados oficiales.
Los analistas no consideran que en lo inmediato haya más empresas que ingresen a competir en el sector aerocomercial.
Sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas -que tiene en marcha un nuevo plan de retiros para achicar la cantidad de personal- plantean que no debe garantizar rutas que no vuelen otras compañías. Si los Estados quieren garantizar la conexión de sus habitantes, que intervengan y apoyen; no hay que subvencionar desde la Nación; las reglas deben ser parejas”, considera Falcone, y grafica con el “precio preferencial” que en España hay para los habitantes de Canarias. “Ninguna empresa cobra menos, se subsidia al ciudadano”, detalla.
www.conozcarecoleta.com.ar (5371) - Publicado: Martes 30/07/24 Fuente consultada: La Nación
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