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¿Quién fue Eduardo Costa?

El próximo sábado se cumplen 127 años del fallecimiento de Eduardo Costa. En el Parque 3 de Febrero, sobre avenida Sarmiento (entre Av. del Libertador y Av. Figueroa Alcorta), hay un monumento que le rinde homenaje. Muchos de los que pasean por Palermo, pasan delante del mismo y casi nadie sabe de quién se trata.

Eduardo CostaEduardo Costa había nacido en Buenos Aires, el 27 de abril de 1823. Era hijo de Braulio Costa, un empresario y financista que fue socio capitalista de las empresas mineras de Facundo Quiroga.

Estudió en el Colegio de la ciudad y se recibió de abogado en 1847 en la Universidad de Buenos Aires. Pasó a Montevideo, donde simuló ser un perseguido por el gobierno de Juan Manuel de Rosas, aunque iba sólo a acompañar a su padre, que había huido por un juicio por estafas.

Tenía una estancia en la costa del río Paraná, y junto a su hermano Luis fundaron allí la ciudad de Campana. La estancia era un modelo de lujo rural de la época, con grandes montes de árboles exóticos.

Después de la batalla de Caseros regresó a Buenos Aires y se unió al partido porteño de Pastor Obligado y Bartolomé Mitre, de quien era muy amigo.

Fue diputado, senador, y gobernador; también ministro de Justicia y Culto durante la presidencias del general Bartolomé Mitre y del doctor Luis Sáenz Peña, ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia del doctor Carlos Pellegrini y además, estableció las diócesis y la secularización de los cementerios.

El cementerio de la Recoleta perdió su condición de camposanto por un conflicto con los masones. El 8 de enero de 1863 había fallecido el doctor Blas Agüero y en sus últimos momentos, rechazó la confesión. Por consiguiente, la iglesia determinó que fuese enterrado afuera de los límites del cementerio de la Recoleta. Su sobrino, Narciso Martínez de Hoz, denunció esta situación y el presidente Mitre instruyó a su ministro de Culto y Justicia Eduardo Costa, a corregir el asunto.

Luego de un fuerte intercambio epistolar con el obispo Mariano Escalada, quien dijo que era un deber rechazar los cuerpos que la religión católica repudiaba, el ministro elaboró un decreto, firmado el 9 de junio de ese año, donde se habilitaba tanto a los restos de Agüero como a los que falleciesen de ahí en más a ser enterrados sin distinciones. En contrapartida, la iglesia quitó al cementerio su condición de camposanto.

Como ministro de justicia, logró la organización de la Suprema Corte de Justicia y la instalación de juzgados federales en todas las capitales provinciales. En la práctica, ese período fundó el Poder Judicial argentino, algo en lo que el gobierno de Urquiza había fracasado por completo. También creó los primeros registros civiles del país.

En cuanto ministro de educación, se concentró en fundar los Colegios Nacionales de muchas provincias – sobre la base de los existentes – para unificar la educación secundaria del país. Según el mismo Mitre, sus intereses no eran tanto educativos como políticos, ya que se proponía unificar ideológicamente a las clases medias y altas del país.

Apoyó la revolución de 1874. Tras la derrota, sus fueros parlamentarios lo salvaron de la cárcel, aunque estuvo prudentemente exiliado en Río de Janeiro casi un año.

Apoyó la política de "conciliación" con Adolfo Alsina y la candidatura de Carlos Tejedor al gobierno provincial; éste lo nombró su ministro de gobierno, y junto a él participó en la revolución de 1880. Esta segunda derrota lo obligó a alejarse de la política por diez años.

En 1890 fue ministro de Relaciones Exteriores de Carlos Pellegrini y luego ministro de Justicia y Educación de su sucesor, Luis Sáenz Peña. Con este último, también fue interventor federal en la provincia de Santiago del Estero, y después fue ministro de Interior.

Su último cargo público fue el de procurador general de la Nación, que ocupó entre 1878 y 1890.

Eduardo Costa falleció el 13 de julio de 1897 en Buenos Aires y a pocos años de su fallecimiento, sus allegados y conocidos de la política iniciaron las gestiones para que hicieran un monumento que recordara su figura. Presidida por el ex gobernador Emilio Castro, la comisión pidió la autorización al gobierno nacional para el emplazamiento del monumento, -primero previsto sobre Avenida Alvear, en la Recoleta-, y promovió una campaña de suscripción de fondos para su concreción. Cuando se trató en el Senado, fue idea de Miguel Cané que se construyera en los jardines de Palermo, ya que todos conocían su afición a la botánica.

La suscripción de fondos estuvo comandada por Marcelino Sívori, Jacinto Fernández y la casa de comercio de Laguinge y Bernatené.

La obra fue encargada al artista italiano Ettore Ximénes, autor de numerosas y famosas esculturas y monumentos, como la escultura de Dante Alighieri en Washington o el mausoleo de Manuel Belgrano, en el Convento de Santo Domingo de Buenos Aires. La escultura se inauguró el 16 de marzo de 1902.


www.conozcarecoleta.com.ar (4905) - Publicado: Jueves 11/07/24