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Giulio Monteverde, uno de los maestros de Lola MoraHablar de Giulio Monteverde nos genera inmediatamente la imagen de una de sus más bellas esculturas, conocida como "El Ángel de Monteverde", o el Ángel de la Resurrección, es una escultura de mármol blanco realizada por el escultor, en 1882, por encargo de la familia Oneto de Génova, para coronar el sepulcro familiar, en el Cementerio monumental de Staglieno de Génova, en Italia del norte.que se replica en varios cementerios del mundo, incluso en la bóveda de Llambi Campbelln en el de Recoleta; otra angelita en el cementerio El Salvador de Rosario; en el cementerio de San Isidro de Madrid, en Panteón de los Marqueses de la Gándara y varias más.
Era Hijo de obreros y tras concluir sus estudios elementales, comenzó su actividad artística como tallador de madera realizando numerosos crucifijos como los de la iglesia de San Francesco en Acqui Terme y el de la iglesia de San Secondo en Asti. Luego de un período de residencia y trabajo en el taller de los Bistolfi en Casale Monferrato, se trasladó a Génova. En esta ciudad prosiguió trabajando como aprendiz en talleres y frecuentó la Academia Ligustica de Bellas Artes donde permaneció cuatro años para luego dirigirse a Roma tras haber ganado la beca de la Academia de San Lucas. Casado muy joven y con hijos no alcanzó a mantener a su familia hasta que su fama se difundió después de que el rey de Wurtemberg adquiriera una de sus obras: Niños que juegan con un gato. Aún poco antes de fallecer octogenario sorprendió su trabajo cincelando el mármol para el monumento a Giuseppe Saracco. Fue uno de los principales maestros de la escultora argentina Lola Mora.
Monteverde no parece haber buscado temas que pudieran llamar demasiado la atención: en este sentido puede haber sido tachado –injustamente– de "pacato" y "poco original", peor aún, muchas de sus mejores obras poseen nombres demasiado extensos y algo sensibleros, lo que ha prevenido a los críticos del siglo XX contra él. Sin embargo de todo ello, Giulio Monteverde resulta un escultor excepcional, destacado por su maestría en el cincelado del mármol; mármol que en sus manos adquiere gran ductilidad y un aspecto de increíble fluidez y plasticidad.
Pero consideran interesante una escultura en la que se ve a Edward Jenner (creador de la primera vacuna contra la viruela), en el momento de inocular la vacuna a su propio hijo, obra considerada su capolavoro, Monteverde –pese a él mismo– tiene una aproximación a las vanguardias al lograr una corporeidad muy dinámica, como ondulante y llena de tensión, Monteverde ha sabido –a su modo– expresar intensamente la pasión humana. Esta escultura se puede ver al comienzo de la Sala 4 de la Galleria d'Arte Moderna en Génova. Giulio había nacido en Bistagno, el 8 de octubre de 1837 y falleció en Roma, el 3 de octubre de 1917. Sus restos descansan en el Cementerio comunal monumental Campo Verano, en Roma. www.conozcarecoleta.com.ar - 4140 caracteres - Martes 22/04/25 |