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Juan Duarte ¿Suicidio u homicidio?El 9 de abril de 1953 "se suicidó" Juan Duarte, hermano de Eva Duarte de Perón, quien se desempeñaba como secretario privado de Juan Domingo Perón. Esa fue la información oficial, pero, generó ciertas dudas (o certidumbres), como el caso Nisman. Este miércoles se cumplen 72 años de su muerte.
Fue el único varón de los cinco hijos que tuvieron Juan Duarte y Juana Ibarguren. Su hermana menor fue Eva Duarte, Evita. Era conocido por su sobrenombre de Juancito. Al igual que su hermana, Juan Duarte no fue reconocido por su padre, quien vivía en concubinato con su madre, al tiempo que mantenía una familia formal en Chivilcoy. Poco después de morir su padre, debió comenzar a trabajar con 16 años para aportar a la difícil situación económica de su familia, que en 1930 se había radicado en Junín buscando prosperar en la ciudad. Al comenzar a trabajar como viajante de comercio para la empresa de jabones Guereño, Juancito se convirtió en el principal sostén de la familia. En 1934 migró a Buenos Aires y pocos meses después lo siguió su hermana Eva. Con cinco años de diferencia entre ambos, Eva y Juan Duarte mantuvieron siempre una estrecha relación. Juan cuidaba a Eva cuando ésta era una adolescente pobre intentando abrirse camino como actriz en la gran ciudad.
Mantenía relaciones oficiales con dos actrices, Elina Colomer, quien fue muy probablemente su gran amor y Fanny Navarro y decenas de evidentes aventuras que daban pie a su fama de mujeriego y seductor. Tenía un palco permanente en el famoso salón de tango Tabarís. Lo llamaban el soltero más codiciado del país. Juan Duarte y su inexplicable fortuna han sido relacionados con actos de corrupción y particularmente con tratativas con criminales nazis interesados en radicarse clandestinamente en la Argentina, luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial. El 26 de julio de 1952 Evita murió debido a un cáncer de útero. Juan Duarte sufrió mucho y fue profunda y sinceramente afectado por la muerte de su hermana. Él también estaba muy enfermo de sífilis y aunque viajó a Europa con la esperanza de curarse, los médicos le informaron que era incurable. Ante las habladurías de la vida "non santa" de Juan Duarte y sus sospechados actos de corrupción, Perón hizo una declaración por radio sobre las medidas que iba a adoptar en las investigaciones sobre el tema, en el que sin mencionar explícitamente a Juan Duarte hizo una clara referencia al decir: "Aunque sea mi propio padre irá preso, porque robar al pueblo es traicionar a la Patria". El 9 de abril de 1953, tres días después de la declaración radiofónica de Perón, Juan Duarte apareció muerto con un disparo en la cabeza, en el 5° piso de su departamento, en la avenida Callao 1944, entre Posadas y Alvear. Oficialmente se anunció que fue un suicidio. La oposición sostuvo que se trató de un asesinato. Tenía un orificio de bala en la sien y estaba arrodillado frente a la cama, rodeado de un charco de sangre. El cuerpo lo descubrió su mayordomo japonés. Nadie había escuchado el disparo esa madrugada. El mayordomo llamó de inmediato a la Casa Rosada. Duarte acababa de renunciar a su cargo de secretario privado de Juan Domingo Perón y esa mañana la Comisión de Control del Estado, a cargo del general Justo León Bengoa, esperaba su comparencia. Habían pasado toda la madrugada en la elaboración de un informe preliminar que lo involucraba en actos de corrupción gubernamental. De aquel macabro episodio sólo queda el texto de una carta encontrada en su departamento. La que reza: “Mi querido general Perón: la maldad de algunos traidores de Perón, del pueblo trabajador... y los enemigos de la Patria, me han querido separar de usted; encomiados por saber lo mucho que me quiere y lo leal que le soy; para ello recurren a difamarme y lo consiguieron; me llenaron de vergüenza… He sido honesto y nadie podrá probar lo contrario… y digo una vez más que el hombre más grande que yo conocí es Perón…. Le pido que cuide de mi amada madre y de los míos…. Vine con Evita, me voy con ella, gritando viva Perón, viva la Patria y que Dios y su pueblo lo acompañen para siempre. Mi último abrazo para mi madre y para usted. Juan R. Duarte. Perdón por la letra. Perdón por todo”. Juana Ibarguren, su mamá, fue la primera que levantó las sospechas sobre su muerte. Llegó al departamento de Callao y le gritó al periodista Raúl Alejandro Apold: -Asesino. Me han matado a otro de mis hijos.
La carta que habría dejado Juan Duarte tenía errores de ortografía. “Voy” estaba escrito con b larga. “Probar” con v corta. El estilo caligráfico parecía diferente del suyo, pero no se cotejó la autenticidad de la carta. En la pericia balística, el calibre del arma con la que supuestamente se había matado y el orificio tampoco coincidía, así también lo decía el resultado de la autopsia, ratificando que la bala alojada en el cráneo no correspondía al arma encontrada en el piso de su departamento. Tres años después, en 1958, el juez Jorge Franklin Kent dictaminó que se trató de un suicidio y cerró la causa. Lo cierto es que al igual que tantos otros casos irresueltos, el misterio de su muerte se extiende hasta nuestros días y muchos se preguntan: ¿suicidio, homicidio o que parezca un accidente? www.conozcarecoleta.com.ar - 6134 caracteres – Martes 08/04/25 |