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Edificios porteños construidos para que habitara el aguaBuenos Aires es única en el mundo y parte de eso se debe a que cada barrio tiene identidad propia, dada por quienes los fueron habitando y construyendo sus viviendas con la impronta del país del que provenían. Es así que tenemos barrios que nos recuerdan algún lugar de Italia, Francia, Inglaterra y así fue creciendo nuestra fantástica ciudad en la que se aprecian diferentes estilos. Lo cierto es que son muchos los tesoros edilicios: iglesias, palacios, viviendas, rascacielos y también algunas curiosidades que no todos conocen y que vale la pena descubrir.
Allí, pegado al actual Parque Thays –predio en el cual antes divirtieron a los porteños el Jardín Japonés y luego el legendario Italpark– y junto a las vías del ferrocarril de Retiro. Es una torre de ladrillos de casi 18 metros de altura construida simplemente como una "torre de agua". En 1997, gracias a las gestiones de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y de su titular de entonces, el arquitecto Julio Keselman, el Estado le cedió a la entidad la antigua y abandonada construcción. Tres años después, en diciembre de 2000, se inauguró en su edificación y parque lindero el Museo de Arquitectura (MARQ). La transformación permitió conocer la historia del lugar y su razón de ser. Contenía en la parte superior un tanque de agua de hormigón armado con capacidad para 200.000 litros que otrora suministraba agua filtrada a las locomotoras a vapor, porque el agua salobre de los pozos deterioraba los caños de las máquinas del entonces Ferrocarril Central Argentino. A la vez, circulaba por cañerías, a distintas instalaciones y oficinas del servicio ferroviario, así como también a algunas viviendas cercanas, sobre todo casas de guardas o personal de maestranza. Es interesante recordar que como la mayoría de las construcciones ferroviarias, responde al estilo inglés y en este caso, de carácter funcionalista, típica de la Revolución Industrial, como la mayoría de estaciones de trenes de la Argentina. En 1914 fue proyectada (o atribuida al menos) a la firma británica Scott & Hume - Engineers and Constructors, y levantada al año siguiente, como parte del conjunto compuesto por la monumental terminal cabecera, cabinas de señales, puentes peatonales y galpones. La torre cuadrada y compacta, de sólido volumen, en su aspecto exterior hace gala del uso de pilastras, arcos abovedados y de medio punto, cornisas y basamento de piedra parís. Riqueza por la cual fue catalogada y protegida como bien patrimonial histórico. Su estructura es de columnas y vigas de hierro traídas de Inglaterra, entrepisos de perfiles del mismo metal, bovedilla y bases de hormigón armado y rodeada de mampostería de neto corte anglo, aunque con ladrillos criollos; en tanto que en el subsuelo estaban las bombas de elevación del agua. En sus orígenes, este surtidor abastecía a máquinas propulsoras de formaciones de vagones de carga que transitaban sobre trocha ancha (1.676 mm entre vías); pero con la llegada de la tecnología diésel la fuente cayó en desuso. Era una de las instalaciones complementarias de Retiro del FCCA de capitales británicos, el cual –tras la nacionalización de los ferrocarriles– en 1948, pasó a ser el Ferrocarril Mitre. En cuanto al tanque propiamente dicho, se perforó el enorme recipiente acuático para crear una sala más… siempre pensando en incrementar la divulgación de sus temáticas. De tal modo, se aprovechan los espacios para disponer exposiciones de producción arquitectónica, pero también, a partir de 2008, relacionadas con el diseño (textil, indumentaria, industrial, gráfica, imagen y sonido). Con la inclusión de esta disciplina creativa pasó a ser Museo de Arquitectura y Diseño. Tiene una superficie interior de unos 400 m2, con una planta baja y tres niveles elevados de unos 80 m2 en un predio total de 1.500 m2. En 2014 se le anexó un pabellón multifuncional de forma trapezoidal realizado totalmente en acero, de 200 m2, creado por el arquitecto Marcos Polchowski, ganador del concurso de proyectos auspiciado por la compañía Ternium Siderar. El contraste permitió valorizar la peculiar torre al no tratar de imitar escenográficamente el testimonio centenario. Es más, está dotado de aperturas y superficies vidriadas para acrecentar la conexión. Hasta fin de noviembre, se programaron muestras de estudiantes de universidades con carreras de arquitectura (la cátedra Walter Gropius de FADU/UBA, de La Plata, UADE y Morón) y en el espacio aledaño se desplegó una exhibición titulada Clorindia Doméstica vinculada al renombrado Clorindo Testa, en el centenario de su nacimiento, referida a las casas que diseñó, si bien su fama transita más por ser autor de importantes obras como el Banco Hipotecario y la Biblioteca Nacional. Como perlita, podemos recordar que en Buenos Aires hay otros dos importantísimos edificios que también han tenido que ver con el agua y terminaron convirtiéndose en Museos: El actual Museo de Bellas Artes, que fue Casa de Bombas, desde donde se proveía agua a parte de la ciudad y el magnífico Palacio de Aguas (Hoy Museo del Agua y de la Historia Sanitaria) en Avenida Córdoba 1950, que lejos de haberse construido como una residencia palaciega para ser habitada, fue una caja de lujo que albergaba y sigue conservando, los tanques de agua que proveían a Buenos Aires de agua potable. El Museo de Arquitectura y diseño se encuentra en Av del Libertador 999 y se puede visitar de lunes a viernes, de 13 a 20 horas. www.conozcarecoleta.com.ar - 5825 caracteres – Lunes 07/04/25 – Fuente: MARQ |