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La Floralis Genérica recupera sus pétalosEl fin de semana pasado se restituyó uno de los dos pétalos de la Floralis genérica, situada en la Plaza de las Naciones Unidas, junto a la Facultad de Derecho de la UBA, en Recoleta. En diciembre de 2023, habían caído dos de sus pétalos, debido a una gran tormenta y se llevaron para su restauración a un taller en Baradero.
El gobierno de la ciudad concretó un gran operativo para trasladar e instalar el primer pétalo, ya restaurado, que pesa más de tres toneladas. Es de aluminio y acero y para traerlo de su lugar de restauración, tuvo que recorrer 150 kilómetros, en una barcaza que navegó por el río Paraná. El otro pétalo llegará en noviembre. Tanto en el traslado como en la restauración se trabajó con técnicas y materiales propios de la industria aeronáutica y aeroespacial, para devolverle su forma original. La Florális Genérica fue creada y donada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano e inaugurada en 2002. Es el único monumento móvil en la ciudad y es reconocida por sus seis pétalos de acero inoxidable y aluminio. Pesa en total 18 toneladas y alcanza más de 20 metros de altura. En octubre de 2024 se había abierto una licitación para realizar los trabajos de restauración. En enero de 2025, los pétalos dañados fueron cargados con el apoyo de una grúa pluma de gran porte sobre camiones carretones y trasladados hasta la planta industrial de la ciudad de Baradero, donde se realizó la reparación. Aunque el trayecto de ida fue posible por tierra, ahora la dimensión de los pétalos enteros ya recuperados imposibilitaba su retorno a la ciudad por esa vía, según se explicó. Por eso se decidió el traslado a bordo de una gran barcaza. En el predio de Baradero, los pétalos se montaron sobre cunas de hierro. Se desmontaron los paneles de recubrimiento de aluminio y se retiraron largueros y costillas de acero dañadas, incluidas estructuras que habían sido agregadas en viejos arreglos parciales. Como parte del proceso de restauración también se realizó una limpieza y arenado para eliminar óxido, corrosión y otras impurezas de la superficie metálica. Completadas estas primeras tareas, se realizaron los llamados “ensayos de materiales no destructivos”, un conjunto de técnicas utilizadas en las industrias aeroespacial y automotriz que permiten evaluar el estado de las piezas sin dañarlas. Se realizó una inspección asistida con equipos ópticos para detectar defectos superficiales. Además, se aplicó el método de corrientes parásitas, que a través de la inducción de corrientes eléctricas en el material permite detectar posibles defectos o variaciones en sus propiedades.
Una vez fabricadas las piezas nuevas y verificados los componentes originales, se inició el rearmado de los pétalos con sus largueros, costillas y refuerzos. Las piezas se unieron entre sí mediante bulones especiales, utilizados en aeronaves y componentes aeroespaciales por su alta resistencia a la tracción y la fatiga, y por ofrecer un ensamblaje preciso que minimiza el riesgo de aflojamiento por vibraciones. Concluida la restauración, se concretó el traslado del primero de los pétalos de regreso a Buenos Aires y su instalación en la estructura. Desde la Ciudad informaron que si las condiciones climáticas lo permiten, el segundo será transportado en la primera quincena de noviembre y la Floralis Genérica volverá a estar completa y reparada. El operativo para trasladar el primer pétalo de la Floralis Genérica comenzó el jueves en la planta industrial. La pieza fue izada con una grúa de gran porte y cargada sobre un camión carretón, diseñado para soportar su peso y dimensiones. El viernes, fue trasladado al puerto local, donde nuevamente fue izado y embarcado para su transporte a través del río Paraná. La barcaza zarpó rumbo al puerto de Buenos Aires ese mismo día por la tarde. El sábado, luego de recorrer más de 150 kilómetros por el río Paraná y el Río de la Plata, el pétalo arribó al puerto. Con la asistencia de una grúa, fue descargado y colocado sobre un nuevo camión carretón preparado para cubrir el tramo final del recorrido por tierra. Durante la madrugada del domingo, una vez que las condiciones de tránsito lo permitieron, el convoy avanzó hacia la Plaza de las Naciones Unidas.
Dadas las dimensiones de la pieza, así como las condiciones urbanas del recorrido, se definió una operación logística de alta precisión, coordinada entre diversos organismos técnicos e institucionales. El plan contempló intervenciones puntuales en distintos sectores del trayecto desde el puerto: cortes temporales de cartelería, giros de semáforos y señalética vial, podas de ramas, elevaciones de cables y, sobre la plaza, la construcción de un camino doble de madera que facilitó las maniobras y el acceso del carretón a la zona de emplazamiento. Finalmente, se iniciaron las tareas que concluyeron con el montaje del pétalo restaurado en la Floralis. “Cada paso de este operativo refleja el trabajo minucioso que venimos haciendo desde hace meses para devolverle a la ciudad uno de sus íconos. Estamos en la etapa final de un proceso que tiene como objetivo que la Floralis vuelva a brillar como símbolo del patrimonio y la identidad porteña”, afirmó el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi. www.conozcarecoleta.com.ar - 5266 caracteres – Miércoles 22/10/25 - Fuente: GCBA |